viernes, 30 de enero de 2009

Querido Luis


El acero corta tu piel y tus entrañas son expuestas al delicado y tenso escrutinio del cirujano que removerá cada adherencia para que puedas seguir siendo, por muchos años, el hombre entero y ejemplar que siempre has sido. Mientras tanto yo pienso en ti y en lo mucho que me has enseñado, mientras tanto pido a Dios porque aleje cualquier temblor de las manos de los que te recosntruyen.
A veces pienso en la grandeza de lo que tú y Cecilia me han dado... nada más y nada menos que al compañero de mi vida, que al hombre maravilloso con el que recorro el camino de mis años, al que amo sin medida; entonces me pregunto cómo podría no quererlos y no sentir esta opresión en el cogote ahora mismo, cuándo sé que yaces en un quirófano con la vida bailando entre los "bips" interminables de un respirador y la pericia de un equipo de cirujanos. ¿Verdad que es imposible que no te quiera, Luis?, ¿que no te lleve en mis angustias de estas horas?
Luis, querido Luis, verás que todo estará bien; verás que pronto podrás llevar de nuevo a tus nietos a tomar helado y a transmitirles toda tu sabiduría y serenidad; verás que pronto volveremos a componer el mundo entre una copa y otra; verás que pronto abrazarás de nuevo a tu Cecilia del alma; verás que pronto bromearás con tus hijos que tanto te aman y te admiran. Sólo tienes que ser paciente, pero eso tú lo sabes ser muy bien; sólo tienes que ser valiente, pero eso siempre lo has sido; sólo tienes que abandonarte a las manos de ese Dios al que amas y te ama tanto, pero eso siempre lo has hecho. Así que tienes la batalla ganada, querido Luis. Mientras tanto te acompaño a la distancia con mis lágrimas (ya sabes que no lo puedo evitar, pero es porque te quiero) y con mis oraciones.
¡Que Dios te acompañe, querido Luis!

martes, 27 de enero de 2009

Todo y nada

Un homenaje a mi melancolía de hoy, para ver si así me deja en paz. Sólo una persona además de mí sabría entender, lo mejor de todo es que él nunca leerá ni escuchará.



Y que conste que es la única que me gusta de Luis Miguel.

A cada paso que doy

Hubiera preferido la versión original de Luz Casal, pero no encontré el video, así que les dejo la de Flans. De cualquier manera la idea es mostrar cómo me siento hoy y la letra de esta rola lo define a la perfección.

El abandono

Desde hace unos meses el abandono me persigue, y no es que yo sea su objeto, por el contrario, soy yo quien ha ido dejando de lado sueños, gente, actividades, momentos, creencias, gustos y ganas. Me he ido abandonando al abandono. Ya no escribo, ya no llamo, ya no sueño, ya no salgo, ya ni siquiera lloro. He tomado al abandono de la mano y he abandonado lo que por años llevé pegado a la piel, lo que mucho tiempo pensé imposible de abandonar. Permanece lo indispensable: el amor, la familia, el trabajo, la música, lo fundamental para mi yo más yo. Pero el otro, el que necesita de lo que he abandonado... ese es el que va por la vida sin encontrar tregua para su soledad.
¡Cuánto abandono! ¡Cuántos sueños perdidos! ¡Cuánta oscuridad! Como bien se preguntó una vez alguien a quien también he abandonado: "¿Algún día me libraré de esto?"

miércoles, 21 de enero de 2009

Nueve

Hoy se cumple un año más, nueve para ser excatos, desde que escuché tu voz por primera vez, desde que saliste de mi entraña para vivir tu propia vida.
Sé que no eres muy bueno en Mate, que leer no es precisamente tu hit, que la ortografía te causa terror y que si pudieras no te bañarías jamás. Pero, ¿sabes? Nada de eso importa porque tu grandeza va mucho más lejos, porque lo que haces bien es mucho mayor, porque tu sonrisa ilumina el mundo, porque tu sola presencia es un regalo de Dios. Todo lo demás es periférico, retos que se solucionan con trabajo y madurez, la misma que adquieres cada día en pequeñas dosis.
Hoy celebro nueve años del cumplimiento de uno de mis más grandes sueños: TÚ.
¡Feliz cumpleaños, Ger! Te amo.

viernes, 16 de enero de 2009

Para ti, hijo mío

Hoy, tu esfuerzo y dedicación rindieron un fruto muy especial.

Disfruta la alegría que este momento te brinda y canta con el corazón.

Conserva el recuerdo y sueña con los que vendrán.

Con amor:
Tu mamá

jueves, 15 de enero de 2009

De pruebas, dolores y vida

Hoy leí en algún lugar que no recuerdo, una frase que llamó mi atención, algo así como "El dolor cambia las cosas". Me puse a pensar, entonces, en la falta de dolor que hay en mi vida y en cómo eso me acerca a la vanalidad y me aleja de los aspectos más profundos de la existencia. Bueno. Parece que hoy la misma vida me acerca una prueba, si bien no de impacto directo, si muy cercana al dolor de personas a las que no sólo amo entrañablemente, sino que significan para mí el rumbo y la base de mi felicidad, lo que lo convierte en un dolor aún más profundo que si fuera sólo mío.
Espero ser lo suficientemente fuerte, venga lo que venga.

martes, 13 de enero de 2009

Una mujer nueva

Creo que el inicio de un año siempre será el momento más atractivo de un periodo de tiempo que, aunque es corto tampoco lo es tanto, para por lo menos arrancar con una lista de propósitos que tienen como única finalidad, la de ayudarnos a ser mejores personas.

Como todo el mundo, he tenido mi lista de propósitos de año nuevo y he puesto en práctica muchas cosas en busca de alcanzar los objetivos aunque al cierre de ese periodo, algunos se hayan quedado en cualquier punto del camino.

Mucho de esto se da porque estoy muy acostumbrada a lidiar con la vida en el día a día, en lugar de dar ciertos momentos a la reflexión y a la planeación.

El sólo pensar que se me atravesarán trescientas cincuenta y tres cosas por las cuales lo planeado no saldrá como quiero, me desaniman y me mueven a mejor no invertir tiempo en eso.

¡¡¡ERROR!!! Siempre va a haber imponderables en cualquier cosa que uno emprenda y tenemos que aprender a vivirlos e incluso a planear en la medida de lo posible, la manera de enfrentarlos.

El 2007 y el 2008 fueron años muy difíciles en prácticamente todos los ámbitos de mi vida, cosa que me llevó en un momento dado a la desesperación y en otro a la reflexión.

Hoy, además de los consabidos propósitos de hacer ejercicio, comer sano, leer más y muchas otras cosas, he decidido ser una mujer nueva.

Voy a amar a Dios por encima de todo y de mí misma.
Voy a apoyar a mi esposo sin ponerme antes a pensar en cómo me afecta lo que él haga o deje de hacer.
Voy a dejar de ser una madre bruja para convertirme en una madre firme, ecuánime, comprensiva y cariñosa.
Voy a ser más positiva.
Voy a enfrentar sin tanto miedo los conflictos y las diferencias de opinión.
Voy a organizar mis días para que en cada uno de ellos pueda tener tiempo para mí y para la gente que amo.
Voy a dejar de lado el falso orgullo que me hace pensar que necesitar de alguien significa que no soy apta para vivir.
Voy a dejar de tenerle miedo al abandono.
Voy a amar sin ponerme a pensar o medir si recibo lo mismo.
Voy a dejar de cuestionar las razones o motivos que tienen los demás para actuar de tal o cual modo conmigo.
Voy a buscar el perdón y perdonar.
Voy a dejar de preocuparme por el qué dirán o pensarán los demás de mí.
Voy a romper los esquemas que me impiden tomar ciertas decisiones por considerarlas infructuosas y/o dolorosas.
Voy a dejar de sentirme responsable por lo que mi presencia en la vida de la gente puede influir o afectarles.
Ya no voy a poner determinadas expectativas en las personas para poder aceptar agradecida lo que tengan a bien darme.
Voy a enfocarme más en el lado positivo de las personas aunque algunas se empeñen en mostrar el contrario.

Haré todo lo anterior apegada a mi naturaleza femenina sin renegar de los obstáculos que la misma pueda ponerme, y aprovechando todas las ventajas que me da.


Voy a ser una mujer nueva porque acepto convencida que el haber nacido con este género, fue lo mejor que pudo pasarme. Así nada más, sin buscar justificaciones ni motivos.


¡Feliz 2009!

viernes, 9 de enero de 2009

New York, New York

Hace exactamente un año volaba hacia mi encuentro contigo y tu magia, la que posees por ti misma y la que yo te regalé en mis fantasías y en mis ansias de muchos años por desentrañarte los secretos.
El cumplimiento de un sueño siempre deja huellas profundas. Caminarte, respirarte, sentir tu pulso y tu diversidad fue uno de los más añejos y profundos; el que ahora mismo escriba sobre ello, a un año de distancia, es prueba irrefutable; el que desee volverte a conocer con los árboles llenos de hojas verdes o amarillas, es la segunda parte del sueño y de la magia de tu huella en mí.
Quedan el recuerdo y la promesa. El primero, de lo vivido; la segunda, de volverlo a vivir.

martes, 6 de enero de 2009

Reyes y Magos

Cada año la vida nos regala la posibilidad de convertirnos en Reyes y Magos, y jugamos a los rituales que nosotros mismos hacíamos de niños, contamos historias fantásticas y vemos cómo se dibuja en los ojitos de nuestros hijos la luz de la esperanza y la euforia de la espera que se hace cada vez más corta.
Pocas veces, si no es que nunca más, podemos cumplirles los sueños con tanta contundencia; pocas veces podemos ver en sus rostros la felicidad fugaz e intensa que regala un obsequio largamente anhelado; pocas veces poseemos la magia de regalar felicidad auténtica, de provocar la sonrisa más sincera que existe: la de un niño. Y lo mejor es que la magia regresa a nosotros en ella, porque nada nos hace más felices que ver sonreír a quienes más amamos.
¡Feliz Día de Reyes!

Reencuentros

Hace un par de años decidí decirle a alguien que fue muy importante en mi vida, lo que sentía respecto a la relación que sostuvimos y sobre mis locos sueños de volver a incluirle en mi diario acontecer si es que era posible.

Dar este paso me tomó muchos años pero cuando finalmente lo di, recibí cosas muy positivas y consoladoras aunque más temprano que tarde fui echada de su vida con cajas destempladas.

Quienes conocen esa historia coinciden en que hubo una mano negra detrás de aquel rechazo/despedida y les cuesta trabajo creer que la persona en cuestión fue capaz de decirme las cosas que supuestamente me dijo. Yo no sé si fue capaz de hacerlo o no, lo único que sé es que me dolió mucho.

Creo que por eso me he abstenido a reintegrarme en círculos a los que ya no pertenezco. Me queda claro que no toda la gente que se nos une en un punto de la vida permanece en ella para siempre, pero me cuesta trabajo entender y aceptar quién y por qué, así que para no entrar en dilemas simplemente me voy.
Pese a todo esto hace unos meses tuve la osadía de buscar a mis viejos compañeros de secundaria (a quienes por cierto tengo algo así como veintitantos años de no ver) y para mi buena suerte me vine a encontrar con alguien a quien admiré mucho por su inteligencia, disciplina y generosidad.

Después de intercambiar algunos correos y una llamada telefónica, nos citamos para desayunar y lo pasamos genial.

Sinceramente no dediqué mucho tiempo a pensar en cómo resultaría aquel encuentro y creo que ese fue un factor importante para que resultara exitoso, pues poner determinadas expectativas en alguien a quien ya no conoces, te puede llevar irremediablemente al desencanto (como fue el caso en la primera experiencia).

Reencontrarme con mi antigua condiscípula fue maravilloso porque aunque en cierta medida era como si la acabara de conocer, sentí sin duda que guardábamos muchas coincidencias que nos podrían llevar a tener una amistad mucho más sólida y duradera que aquella que pudimos tener a los 12 o 13 años y creo que eso es sumamente enriquecedor.

Otra cosa que me encantó fue que cuando me preguntó si me acordaba de “fulanito de tal” (el niño que me gustaba y que para mí significó el primer amor no correspondido), yo tuve el valor de decirle que de lo que me acordaba era que me gustaba y con sorpresa descubrí que a ella también. Fue liberador poder compartir ese “secreto” con alguien que también lo conoció y que tal vez entienda por qué de mi gusto por él.

Saber qué fue de la vida de otros compañeros sin duda me conmovió hasta la médula y hasta me ilusioné con la posibilidad de reencontrarme con algunos de ellos.

También hablamos de nuestras vidas y sin falsas poses nos contamos lo bueno y lo malo que hubo en ellas (cosa en la que coincidimos como algo enriquecedor porque de todo en esta vida se aprende).

Después de varias horas y de que el restaurante casi se vació, nos despedimos muy felices de habernos reencontrado y convencidas de que las cosas pasan por algo y que este reencuentro no fue algo fortuito.

Hace un par de días recibí un correo suyo con un “slide show” que habla sobre el paso de las personas por nuestras vidas y del tiempo que permanecen a nuestro lado dependiendo de ciertas circunstancias. Gracias a esas palabras me di cuenta de que no toda la gente de mi pasado es necesariamente exclusiva de éste y que aunque a algunos nos los pueda recuperar, vale la pena intentarlo con otros. Después de todo lo peor que puede pasar es que me lleve algún dolor en el corazón pero eso no me preocupa demasiado porque con el tiempo se quita, en cambio el cariño que se cultiva, se queda por una eternidad.