viernes, 29 de mayo de 2009

La última y nos vamos

Como seguramente mucha gente en el mundo, yo conocí a mi hoy marido en el trabajo.
Recuerdo que fue hace casi 11 años cuando entré a la compañía a sustituir a una chica (mi mejor amiga) porque se iba a vivir a Italia por un tiempo.
Mi amiga no sólo me heredó el trabajo con sus responsabilidades y beneficios, también me heredó a su grupo de amigos entre los cuales estaba quien se convertiría en el hombre de mi vida.
Escribir sobre esa historia es largo así que me limitaré a decir que hoy se cierra un ciclo en nuestra vida sentimental porque ha llegado el momento de despedirnos del lugar que vio nacer nuestro amor.
Yo me fui de la empresa cuando nació nuestro segundo hijo hace poco más de 6 años, pero no me fui del todo porque estando él ahí, de alguna manera yo seguía presente. Asistía a todos los eventos de la compañía (pic nics, "open house", posadas, "halloween" y lo que se presentara) y de cuando en cuando lo acompañaba a comer después de recoger a los niños de la escuela.
Con el pasar de los años, mucha gente se fue y otra nueva llegó pero a pesar de los cambios, siempre encontré una cara amable y en algunos casos hasta una sonrisa, un apretón de manos o incluso un abrazo.
No puedo decir que nunca más recorreré esos rincones amados donde mi marido fumaba y yo lo acompañaba, pero sé que las probabilidades de estar ahí ya son muy escasas.
Por mucho que se amen las rutinas que nos dan seguridad, no podemos quedarnos anclados a nada ni a nadie. El amor por la camiseta existe y siempre existirá, además del agradecimiento porque todo lo que hemos hecho ha sido gracias al trabajo que ahí tuvimos.
Fuimos tocados por mucha gente a lo largo de todos estos años y eso es algo que por lo menos nosotros, no somos capaces de olvidar ni mucho menos de dejar de agradecer.
Hoy nos echamos la última antes de irnos a buscar nuevos horizontes y a vivir nuevos momentos en otra parte con otros retos, otras personas y otras ilusiones.
Hoy cerramos un ciclo que fue muy hermoso y al que recordaremos siempre con mucho cariño.
¡Gracias Bill H., gracias Dave P.!

jueves, 28 de mayo de 2009

Bailar pegados

Una rolita para esta tarde melancólica. Enjoy...

¿Soy libre?

Hoy desperté preguntándome hasta dónde llega mi libertad e incluso si esta realmente existe, hasta dónde decido yo la vida que llevo, por qué si no me gusta no hago nada para cambiarla. Cada vez que veo un paisaje boscoso me entra la melancolía de la vida que anhelo y que por ahora sólo puedo abrazar en mis planes de retiro cuando cumpla cincuenta (si llego). Y así cada cosa, cada deseo, cada sueño debe ser postergado. ¿Será que sueño con imposibles? El futuro de los hijos pesa mucho y el mundo indica que es obligación de los padres proveerles una educación privada para que puedan alcanzar el éxito. Me pregunto también si ese éxito es algo real o sólo un cliché viejo y gastado al que nos aferramos con los ojos cerrados. El caso es que, en pos del cumplimiento de ese mandato universal, me sumerjo día a día en una vida cargada de estrés y muy lejana a lo que es mi ideal.
Entonces... ¿soy libre? El tiempo me dará la respuesta, pero la mía en este instante es un rotundo no.

lunes, 25 de mayo de 2009

El adiós de Paolo Maldini

Soy un ente anónimo, sin embargo hay gente, bajo los reflectores y sobre las canchas o las alfombras rojas, en la que voy encontrando el paso de los años sobre mí misma. Me explico:

Cuando debutó, hace veintitrés años, yo tenía doce; y no es que recuerde el debut, pero sí la primera vez que Sacchi lo alineó en una semifinal de la entonces Copa Europea de Campeones de Liga (hoy conocida como Champions League), contra aquel Real Madrid de ensueño en el que Hugo Sánchez derrochaba efectividad frente a las porterías contrarias arropado por la majestuosa "Quinta del Buitre". Recuerdo que, de inicio, me llamó la atención (sí, puberta al fin y al cabo) su belleza, pero como era parte de la odiada oncena rival y el marcador final fue una estrepitosa goleada en favor suyo, no me detuve a observar sus atributos técnicos. Su nombre se fue haciendo más familiar conforme pasaban los meses y se ganaba la titularidad, y sobre todo en cuanto se llegó el mundial de Italia '90, en el que brilló plenamente y el mundo se dio cuenta (yo incluída) de que no se trataba de un niño bonito usando las influencias de "papi", sino de un tipo duro, entregado y dotado de una gran capacidad técnica, un verdadero lateral izquierdo. El paso de los años se encargaría de corroborarlo y de ponerlo en el lugar en el que está hoy, catalogado como uno de los mejores de todos los tiempos en su posición.

Ayer escuché que Paolo Maldini se retira de las canchas con sus cuarenta años a cuestas y me cayó el veinte de que esos veintitrés no pasaron sólo para él. Ayer lo miré y me miré (sí, guardando todas las proporciones) y entendí en el paso de sus años, el paso de los míos.

Y yo que lo pensé eterno en esa banda izquierda rossonera...


miércoles, 20 de mayo de 2009

Hay que saber esperar

Hay que saber esperar...

He esperado, he anhelado y por fin he recibido.

No tengo palabras para expresar la dicha que significa encontrar lo muy esperado en el lugar menos esperado.

He recibido una lección valiosísima que me enseña que ya no tengo que aferrarme a lo que algún día fue pero que ya no será.

Lo que necesitas, si de verdad lo necesitas, si de verdad lo anhelas, si de verdad lo esperas, sin duda te llegará.

martes, 19 de mayo de 2009

Hoy sí

Conocí a Mario Benedetti con "Quién de nosotros", una novela corta cuyo argumento se basa en un triángulo amoroso. Me bastó leer la primera página para comprender que me había topado con algo grande, con la majestuosidad de unas letras diferentes a todo lo que había leído antes; comprendí entonces que el amor puede ser contado de formas diversas a las que estaba acostumbrada, y hasta opuestas, que la belleza de la palabra común bien dicha o tejida o contada es mucho mayor que la de aquella cargada de ornamentos complejos, incómodos o incomprensibles.
El flechazo había sucedido.
Después vino "La tregua" con esa enorme carga emotiva que me llevó de la carcajada en los inicios al llanto convulsivo con la muerte de Laura Avellaneda y la consecuente soledad de Martín Santomé.
Fué ahí cuando me enamoré de él, cuando comencé a buscarlo en las librerías y me topé de paso con su poesía cotidiana, con sus cuentos y con otras de sus novelas. "Gracias por el fuego", "Andamios"... "Primavera con una esquina rota": el mejor de los finales jamás contado o, mejor dicho, no contado. Esta última me dio el tiro de gracia. Caí rendida a sus pies.
Ayer fui incapaz de escribir algo sobre su partida del mundo de los vivos. Me dolió. Sus letras han sido parte de mi día a día durante los últimos diez años. Algo de mí se murió con él, pero algo mucho más grande sigue latiendo y es la admiración por su talento majestuoso y la gratitud por haberme enseñado que también se llora con la belleza de una frase (justo como se goza con la intensidad de un buen orgasmo) y la certeza de que la palabra es de todos pero de pocos la capacidad para hacerla hermosa... ¡de verdad quisiera ser una de ellos!
Algún día iré a Montevideo y me será parada obligatoria la tumba de ese genio de las palabras.
QDEP



Gracias a Jorge por el video.

lunes, 18 de mayo de 2009

Mario Benedetti

¿Qué se puede escribir sobre Mario Benedetti que no haya sido escrito ya? ¿Qué puedo escribir yo? Sólo que me ha dolido el alma al saber de su muerte, que fue él quien me enseñó la belleza de las palabras y la delicadeza de la poesía, que le agradezco cada una de sus letras y la profundidad con que tocó mi vida. Ahora no puedo decir más, la tristeza es abrumadora, sólo un "Hasta siempre, Maestro" y las lágrimas que me mojan.

Porque te seguiré teniendo y no... Adiós Mario

Esta mañana después de mucho batallar para ponerme en línea porque mi computadora tuvo a bien decirme que tenía un fallo del disco duro, me encuentro con la novedad de que Mario Benedetti ha dejado de ser parte de este mundo de los vivos.

Por lo que he leído puedo darme cuenta que el hombre no la pasó bien desde hace poco más de un año y desde mi perspectiva lo terrible no es su muerte, sino lo largo de su agonía.

Una de las cosas que me hicieron admirarlo y por supuesto admirar su obra fue esa capacidad suya para hacer vibrar fibras del sentimiento con palabras simples pero siempre bien colocadas. Adoro esa sencillez que hace sentir que la poesía y la prosa no están tan lejos de nuestra comprensión y disfrute.

Ya no habrá nuevos escritos y por eso ahora más que nunca vale la pena leerlos y volverlos a leer para encontrar en cada ocasión, un nuevo sentimiento o una nueva visión del mundo.

Me quedo con lo bueno que dejó como persona, pensador y escritor.



Gracias Mario por hacerme vibrar con tu obra, esa que nunca morirá.
QEPD Mario Benedetti.

Porque te tengo y no
Porque te pienso
Porque la noche está de ojos abiertos
Porque la noche pasa y digo amor
Porque has venido a recoger tu imagen
Y eres mejor que todas tus imágenes
Porque eres linda desde el pie hasta el alma

Porque eres buena desde el alma a mí
Porque te escondes dulce en el orgullo
Pequeña y dulce
Corazón coraza.
Porque eres mía
Porque no eres mía
Porque te miro y muero
Y peor que muero
Si no te miro amor
Si no te miro.
Porque tú siempre existes dondequiera
Pero existes mejor donde te quiero
Porque tu boca es sangre
Y tienes frío
Tengo que amarte amor
Tengo que amarte
Aunque esta herida duela como dos
Aunque te busque y no te encuentre
Y aunque
La noche pase y yo te tenga
Y no.


"Porque te tengo y no" - Mario Benedetti.

viernes, 15 de mayo de 2009

Lealtades y oportunidades

Por cosas de la vida mayormente me ha tocado jugar el rol de ave de paso en diversos ámbitos sociales. Por mucho tiempo eso no me importó, pero nunca falta lo que te hace cambiar de opinión.
Cuando estudiaba en la universidad se vino un tiempo de crisis económica que hizo que muchos de mis compañeros abandonaran el barco por falta de recursos. Prácticamente viví la mitad de la carrera en la cuerda floja porque mi grupo se iba a cerrar si no se mantenía un mínimo de estudiantes.
Un día, mi mejor amiga llegó a decirme que necesitaba hablar conmigo y recuerdo que en esa conversación me dijo que iba a dejar la escuela, que había hecho lo posible por permanecer pero que ya su situación era insostenible y que no le quedaba más que salir y esperar volver cuando los tiempos fueran mejores. "Tú eres una de las razones por las que no me fui antes", me dijo.
No puedo explicar en resumidas cuentas el significado de esas palabras, pero me dejó claro que por primera vez en mi vida eché una raíz y que el pago por el cariño y el apoyo recibido merecía una retribución en la misma medida.
Sé que no se ve bien que sea yo quien lo diga pero si alguien hay leal en este mundo esa persona soy yo. Probablemente no soy la octava maravilla del mundo, pero sé que valgo mucho. Mi problema es que confundo la lealtad con dar hasta lo que no tengo y dejar pasar cosas importantes, todo con tal de permanecer al lado de los que me importan por si acaso me necesitan.
Hoy estoy frente a una nueva oportunidad que no tengo idea todavía a donde va a llevarme pero sé que empezará por alejarme de ciertos lugares y quizá de ciertas personas que han significado grandes cosas en mi vida y aunque eso pueda doler, no me va a detener.
Seguiré siendo leal, pero ya no más allá de mí misma ni de mis necesidades. Estoy segura de que quien me quiere lo entenderá y permanecerá a mi lado sin importar nada más.

martes, 12 de mayo de 2009

Indigente cibernética

Desde hace algún tiempo me siento como indigente cibernética. Por elección propia he dejado los espacios en los que alguna vez fui participante activa, en los que descubrí mi pasión por las letras y otros en los que me divertí formando parte de un grupo. Hoy no pertenezco a nada y a ratos me siento rodeada de una especie de horfandad. Necesito encontrarme un sitio, de preferencia fuera de los límites de la red. Algunas veces me atacan los deseos de no volver a encender una computadora, ojalá que mi trabajo me lo permitiera.
Creo que todo se reduce a que hace tres años que carezco de pertenencia social. Mucho trabajo y poco tiempo libre, mucho cansancio y poca disposición. El problema está identificado, la complicación viene cuando intento trazar un curso de acción... ¿a qué hora? Tal vez si el día tuviera treinta y seis horas alcanzaría para algo, pero no es así y las veinticuatro de que dispongo apenas dan para lo básico: trabajar en la oficina, trabajar en la casa, atender familia, comer y dormir PUNTO. Pero ya me desvié. El caso es que mi horfandad cibernética y social en la realidad, me ha pegado fuerte hoy. Mañana será otro día.

Frenesí futbolero

La final de la Champions con su polémica semifinal anglohispana detrás y su promesa de gran espectáculo. La liguilla del torneo mexicano de clausura 2009, sin tres de los cuatro grandes, no se sabe si para bien o para mal; juegos que en el papel no se le antojan a nadie pero que terminaré viendo porque más allá de mi expectativa de diversión está mi masoquismo futbolero. La final de la Concachampions, tan irrisoria como el nombrecito del torneo, con dos de los peores equipos nacionales de la última campaña (Cruz Azul incluído aunque me duela). La Copa Libertadores sin equipos mexicanos, con su tradición de aires discriminatorios esta vez llevados al extremo a causa de la influenza que nos ha convertido en leprosos modernos.
En fin, que la oferta futbolera para estas semanas es abundante... felicidad para los que lo disfrutamos. Calamidad para quienes lo sufren.

lunes, 11 de mayo de 2009

¡Madres!

Ayer fue Día de las Madres. Me fue bien: cariño, abrazos, mañanitas, regalos, familia reunida. Sin embargo este día tuvo su "realmente momento" y es lo que quiero compartir.
Recibí dos cartas.
La de mi hijo de nueve años es colorida, con un gran dibujo en el que me representa sonriente, llena de "te quieros" y de "eres la mejor mami del mundo"; suficiente para que las compuertas de mis ojos se abrieran y dieran paso a un torrente de lágrimas.
La de mi hija de once fue diferente: letra sobria, sin dibujos y con una claridad de ideas que demuestra su evolución. Mi niña no lo es más. Mi niña se convierte en una mujercita inteligente, que sabe cómo expresar sus ideas y sentimientos con palabras hermosas y cuidadas.
No puedo comparar con nada lo que sentí al leer lo que mis hijos llevan dentro por mí, por esta madre que les tocó, mujer complicada y llorona que a veces siente que no encuentra su lugar en el mundo, tontamente, estupidamente, porque su lugar está justo en donde está parada, en medio de sus hijos y el amante compañero que la vida le regaló.
Nunca antes un Día de las Madres tuvo tanto significado para mí.

miércoles, 6 de mayo de 2009

El amigo que no fue

Cuando era niña anhelé un hermano mayor, me habría gustado tener una guía, un precedente masculino. Siempre he buscado más la compañía de los hombres que la del género al que pertenezco y eso funcionó durante algún tiempo, básicamente en mi adolescencia y juventud. Puedo agradecerle a la vida el haberme regalado la amistad de chavos muy valiosos que me acompañaron a lo largo del camino aunque en diferentes tramos; lamentablemente en todos los casos la amistad se terminó porque el amor metió las narices, ellos dejaron de verme como amiga y yo no fui capaz de corresponder a sus sentimientos. Una vez casada las cosas cambiaron, las amistades comenzaron a ser de pareja y renuncié a la posibilidad de tener un amigo personal, mi esposo llenó el hueco.
Hace poco el destino pareció regalarme una nueva oportunidad y me sentí feliz por ello, la euforia vivió conmigo durante algunas semanas y me entregué de lleno al cuidado de esa semilla de amistad que prometía convertirse en un sauce llorón en el que podría encontrar buena sombra, un tronco fuerte y varias ramas para colgar columpios.
Quimera.
Utopía.
Algo pasó.
Algo que desconozco.
Tristemente la semilla se secó a pesar de mis cuidados y eso duele. Sé que el proceso de mi recuperación seguirá su curso normal, en algunas semanas dejará de punzar y en algunos meses todo será un recuerdo más; pero mientras ese día llega, la melancolía del hubiera se ensañará conmigo a momentos y tal vez hasta me haga derramar alguna lágrima.
Nada que no haya superado antes. Y como bien dice una rolita de The Script: sometimes we've no choice but to walk away (a veces no nos queda más opción que alejarnos). Estoy en el camino.

lunes, 4 de mayo de 2009

Nuevamente

Nuevamente mis piernas se tiñeron de rojo, nuevamente se formó un río escarlata bajo mis pies, nuevamente vino el miedo y las lágrimas debieron decir toda la angustia que sentí porque las palabras me abandonaron. Y como dice el buen Sting en una estrofa de Why should I cry for you: todos los colores sangraron a rojo.
Nunca más la desidia. No soy inmortal ni inmune a los males femeninos. Debo entenderlo. Debo actuar en consecuencia.

domingo, 3 de mayo de 2009

Y mayo llegó

Mayo llegó pero a diferencia de otros años, he tomado las cosas con bastante sensatez.

No quedo hastiada por cientos de desveladas y largas estadías en la computadora lo que quiere decir que finalmente he encontrado un punto medio.

Estoy bien con lo que he recibido y no envidio lo que los demás obtuvieron. La pasé bien dedicándome a lo mío y admirando el talento y el esfuerzo de los demás.

No me quedo con el vacío de lo que yo sentía era el abandono y por primera vez entiendo que los ánimos decaen con el paso del tiempo, tal como las hojas de los árboles caen cada otoño para volver a florecer en primavera.

Me doy cuenta de que mis sueños son míos y nadie los puede enterrar excepto yo misma.

También me pregunto si seré capaz de mantener la ecuanimidad en este sentido, si podré caminar por este camino sin agobiarme si estoy sola en él.

Hoy por lo menos estoy dispuesta a disfrutar lo que tengo... mañana, ya Dios dirá.
Y sí, todavía me queda el traje de sirena.