lunes, 28 de febrero de 2011

De la red social y otras cosas

Nota importante: Esta entrada tiene referencias a la película "The Social Network". Si no la has visto y deseas hacerlo, deja esta entrada para otro momento. ¡Gracias!

Este fin de semana vi la película "The Social Network" o como la conocen algunos por estos lares: "La peli del Facebook".

Tal vez sobra decir que a mí me encantan este tipo de temas porque me ayudan a ver los "entretelones" de lo que llevó a la creación y propagación de las maravillas tecnológicas emanadas de la computación.

Por cosas de la vida, tuve la suerte de conocer de cerca la filosofía con la que fue creada "Hewlett Packard" y de un tiempo para acá, me he empapado más sobre lo que llevó a Steve Jobs y a Bill Gates (por mencionar unos pocos), a revolucionar el mundo con los productos estrella de sus compañías.


A finales de los noventas recuerdo una película para televisión que se llamó: "Pirates of Silicon Valley" protagonizada por Noah Wyle como Steve Jobs y por Anthony Michael Hall como Bill Gates.

Al principio me impactó y me hizo admirar fuertemente a Steve Jobs y ver en Bill Gates, a un oportunista que supo estar en el momento y lugar adecuados.

Pero como en todo lo que se hace "drama", el contenido de esta película (aunque gran parte hechos reales), no resulto ser tal como lo pintaron.

Por ejemplo en ella aseguran que Steve Wozniac (co-fundador de Apple) le ofreció su prototipo de la Apple I a HP nada más por compromiso (porque era su empleado), cuando por boca del propio Wozniac sabemos que su tirada era tener el respaldo de HP para el lanzamiento de su producto pero que la empresa lo rechazó a pesar de sus esfuerzos.

"Mark Zuckerberg - CEO de Facebook"

El caso es que ahora viajamos al 2010 para conocer el retrato de una historia originada a finales de 2003 que condujo al nacimiento de un producto que sin duda ha revolucionado la manera en que las personas usamos los recursos tecnológicos para comunicarnos e interactuar con el resto de la humanidad.

La película me gustó mucho y como de todo lo que veo, algo aprendí. Confirmé que en este mundo de poder y dinero, no importa lo que se tenga que hacer ni sobre quien se tenga que pasar, lo importante es sobresalir y que la humanidad te rinda pleitesía. Al menos esa es la imagen que me dejó Sean Parker (el creador de Napster), interpretado por Justin Timberlake.

Sinceramente me incliné por la postura de Eduardo Saverin porque se me hizo muy feo que siendo el amigo y el que hace que arranque el producto porque pone la lana, se le eche de la jugada de esa manera. No estoy de acuerdo en su postura como Director de Finanzas porque ciertamente que sus jugadas no lo llevaron a nada o casi nada de provecho para la compañía, pero por la amistad, la lealtad y otras cosas, creo que merecía otro tipo de trato. Creo que ahí la regó Mark Zuckerberg.

El mundo de las empresas es sin duda un mundo complejo. Todos tenemos mucho entusiasmo al participar de cosas que sabemos que van a innovar la forma como el hombre ve el mundo, pero en el camino nos olvidamos de que todos pensamos de diferente forma y que si no logramos conciliar nuestros puntos, el camino además de ser espinoso, puede que termine mal para muchos.

Pero como dice el lema de la película: "No puedes hacer 500 millones de amigos sin hacer algunos enemigos". Pareciera que para llegar a hacer un bien a la humanidad, tienes que sacrificar a algunos cuantos.

Y podríamos decir que esto se da debido a la inexperiencia de la juventud que poseen los innovadores de la tecnología de nuestros tiempos (Mark a sus veintes en el tiempo en que creó Facebook, Steve Jobs y Bill Gates también a sus veintes por allá de los setentas).

Difícil en verdad combinar experiencia con el empuje que sólo puede darte la juventud. El caso es que en el día a día de mi vida, reconozco que debo agradecerles a estos personajes por haber hecho lo que hicieron en su momento (bien o mal), para llegar a donde están ahora porque sin haber recorrido ese camino, nosotros no disfrutaríamos de las bendiciones que nos da el poder contactar con gente físicamente lejana, o simplemente el no ser capaces de volver a conectarnos con las redes sociales de nuestro pasado cuando íbamos a la escuela y no había computadoras ni internet.

Y muchos pueden adjudicarse la paternidad de ciertas ideas, pero sólo el que las hace realidad con todo lo que eso conlleva, merece tener el reconocimiento. Al menos así lo veo yo.

jueves, 24 de febrero de 2011

Del amor al prójimo

Esta entrada era para el 14 de febrero, pero la vida no me dio el tiempo suficiente para sentarme a escribirla.

Pero bueno, el mes del amor no ha terminado aún, así que estoy a tiempo.

Una constante en los años de mi infancia fue: "Los hijos únicos son por definición egoístas porque todo se les da y nada comparten"

No fue difícil para mí creerlo. En verdad todo se me daba y no me gustaba compartir porque notaba que la gente no tenía el mismo cuidado que yo le ponía a mis cosas.

A los once años me "enamoré" de un chico y a los trece me "enamoré" de otro. El problema fue que el primero se enamoró de una de mis mejores amigas y el segundo le gustaba a otra amiga así que nunca me animé a tener algo con él por no traicionar una amistad. O a la mera a él no le gustaba tanto en realidad y por eso tampoco hizo nada por conseguirme.

A los dieciséis me volví a enamorar y el sentimiento me duró varios años. Fue una época muy feliz que pensé me duraría toda la vida.

No sé exactamente en qué punto se me terminó el amor. Estaba dispuesta a casarme con él por una serie de razones que por ahora no vienen al caso mencionar, pero me quedaba claro que aquello ya no era amor y me pregunté si algún día realmente lo fue.

Hace doce años que me volví a enamorar y hoy con gran alegría puedo decir que me siento mucho más feliz y plena que cuando el sentimiento me envolvió por primera vez en aquel entonces. Ya las mariposas en el estómago no son la constante, pero tampoco lo es el agobio que te cubre gracias a la rutina. Hoy estoy segura de que amo y amo de verdad.

Y es que amar en realidad no cuesta trabajo. El amor representa un reto cuando anteponemos nuestra comodidad (porque ni siquiera podemos llamarlo bienestar), por encima de los demás y su bienestar.

La parte que todavía me cuesta es aquella de amar a los enemigos; o al menos eso creo.

Ayer pasé una tarde increíble en compañía de mi maestro, y entre muchas otras cosas discutimos respecto al amor al prójmo. Yo le comentaba que me sentía fatal con Dios porque me había mandado amar a mis hermanos (incluyendo a los que me persiguen y me odian) y la verdad es que yo les pago con la misma moneda.

Bueno, tal vez llamar a esa gente "enemigos", es un término dramático que no va con mi realidad, pero para efectos de distinguirlos de los amigos, los llamaré de esa manera.

Y he pensado mucho en lo que significa realmente amar al prójimo y llegué a la conclusión de que amarlos significa desearles el bien y yo se los deseo aunque me caigan gordos.

Puede ser que alguien me caiga muy mal, puede ser que no lo soporte o puede ser que me haya lastimado profundamente, pero a pesar de todo, en ningún momento le deseo un mal y eso es verdadero amor.

Y es que en mi mundo el amor estaba representado en gran medida por la cantidad de cosas que haces para beneficio de los demás y yo siempre he sentido que hago demasiado por algunos que ni se molestan en hacer algo con eso que les doy, y no hago nada o casi nada por aquellos que sí merecieran toda mi atención. Como no hago nada por los que me caen gordos, seguramente es que no los amo como Dios me mandó que los amara.

Esa misma forma de ver el mundo me hizo preguntarme por qué recibo tan poquito de los que más les he dado, y por qué recibo tanto de los que les he dado tan poquito. Como que no hay mucho balance en este mundo ¿no? Yo creería que la justicia estaría en no recibir nada de mis enemigos y mucho de mis amigos y no siempre es así. ¿Por qué habría de serlo si yo tampoco soy pareja con mis amigos?

La razón es que el amor no tiene medidas de cambio. Puedes demostrarlo con hechos, pero éstos jamás estarán a la altura de lo que realmente representa el sentimiento.

Por ejemplo yo siento que mi maestro ha hecho demasiado por mí y yo, fuera de ayudarlo con sus broncas computacionales, no le aporto nada trascendente a su vida. Ayer me sacó del error.

La verdad es que en esta vida hay millones de formas de hacer que el amor llegue y siempre será rebosante si lo haces con sinceridad y desde el corazón. Puede ser compartiendo el conocimiento más complicado y profundo de la filosofía o simplemente dando la oportunidad a otro de usar sus conocimiento y herramientas para darte una luz.

Lo que me deja esta experiencia es la seguridad de que lo que sea que doy, lo doy con verdadero amor y sólo por eso, tiene un valor inconmensurable.

Me falta trabajar con los que me caen gordos, pero estoy segura de que eventualmente superaré el sentimiento y podré hacer más que desearles un bien desde lejos
.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Recaídas

Los médicos temen a las recaídas porque, por lo general, son mucho más graves y complejas de curar que la enfermedad original. Supongo que el mismo principio se aplica a los demás ámbitos de la vida y casi todos van por ella cuidándose de tan temibles réplicas de la desgracia. Sin embargo hay quienes se han acostumbrado a esos tropezones a tal grado que los han integrado a sus procesos, y en el extremo del espectro, habemos algunos locos que nos aferramos a ellos, que no los dejamos ir y los convertimos en una adicción que nos persigue tomando formas distintas a lo largo de los años. En lo personal acabo de descubrir que soy adicta a ellas, que mi existencia se justifica mediante esas pequeñas o grandes fugas de energía, de salud, de bienestar. Tristemente creo que padezco de una necesidad crónica de ansiar, de necesitar algo que no puedo ni podré alcanzar nunca, y todo ello se refleja en las recaídas que sufro con una constancia rigurosa y particularmente exacta. Lo más curioso es que, conforme pasan los años, la "sustancia" adictiva, la droga a la que le regalo mi devoción, va cambiando, de forma, de tamaño, de color... de ojos.
Cierto es que con los años me ha llegado una cierta capacidad para no entregarme de lleno a esos momentos de ansiedad extrema que enfrentamos los adictos, he llegado a controlarlos con bastante eficacia pero eso no significa que hayan desaparecido y que no se intensifiquen exponencialmente cuando algún estímulo me los dispara; lo único que ha cambiado es que hoy soy capaz de controlarlos o de encontrar alguna ruta de escape para que fluyan y no acabe yo convertida en una bomba molotov.
Hoy, a mis treintaymuchos no es particularmente halagador comprender que ese lado más oscuro de mi lado oscuro sigue existiendo y coexistiendo con las virtudes que tanto me esfuerzo en adquirir y conservar, pero si lo analizo con calma llego a la conclusión de que con mantenerlo a raya logro un buen dividendo. Tal vez suene a conformismo pero cuando llevas una vida entera recayendo una y otra y otra y otra vez, puedes sentirte agradecida de ahora llevar rodilleras, coderas y casco.
Por lo pronto hoy dejo acá el detonador de mi recaída de hoy, la piedra con la que me tropecé esta mañana y que ha hecho que no pare de sentir diez kilos de plomo atorados en el corazón.

"You Get Me"
Seal
You get me
If I say no,
if I resist
If I don't give in to this
Would it be a lesson or a loss?
Suddenly I know what it's about
Thoughts come in, and words come out
Suddenly I'm not killing timeIt's all over now
You get me
You get me
Like a beautiful song
You heard a million times
Like the rainbows end
You can never find
You get me
You get me
If I say yes, if I let go
And face the consequence
I'll knowWill it lead to living with regret?
Suddenly the walls are coming down
I wont be the same when I come around
Suddenly I am understood
It's all over now
You get me
You get me
Like a crimson sunset
Where the sky meets sea
Like no one alive
But lives in my dreams
You get me
You get me
You get me
You get me
Like a beautiful song
You heard a million times
Like the rainbows end
You can never find
It's hard to ignore
And undeniable, too
This feeling inside
When I look at you
You get me
You get me


El mundo en un cristal

Este video me lo compartió una amiga en facebook y me encantó.

Yo soy muy poco creativa y me cuesta trabajo ver en qué se puede transformar algo que ya existe; por ejemplo al hablar de televisión, siempre pensé que una vez que se le pusiera color ya estaría terminada y ahora resulta que existen televisiones en alta definición y con tercera dimensión.

Si me preguntan, tal vez este mundo se parezca en algo a aquel que nos presentaron los supersónicos cuando yo era niña, y la verdad, ¡me encanta la idea de tener todo al alcance de los dedos!

Con esto confirmo una vez más que nací para amar y admirar la tecnología digital.


Un abrazo.

Cortesía de CorningIncorporated en youtube

jueves, 3 de febrero de 2011

¡VIVE!


Acabo de escuchar un extracto de este poema de Charles Chaplin de boca de un exitoso empresario brasileño y quedé gratamente admirada porque encierra en gran medida mi sentir y pensar de muchas cosas en la vida, pero también me invita a hacer algo que sinceramente no se me había ocurrido. Se los comparto por si alguien también le mueve algo en el interior.
Vida

Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.

Ya me decepcioné con algunas personas,
más también yo decepcioné a alguien.

Ya abracé para proteger .
Ya me reí cuando no podía .
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.

Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz .

Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y ...

Tuve miedo de perder a alguien especial
¡¡(y termine perdiéndolo) !!
¡¡pero sobreviví !!
¡¡Y todavía vivo !!
No paso por la vida.

Y tú tampoco deberías sólo pasar ...

¡¡¡¡VIVE!!!


Bueno es ir a la lucha con determinación, abrazar la vida y vivir con pasión. Perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho más para ser insignificante.

Charles Chaplin

martes, 1 de febrero de 2011

El tiempo que no alcanza...

Érase una vez un joven administrador que, mientras acompañaba a su patrón y al hijo mayor de éste a la supervisión de la colecta de naranja de sus huertas, le pidió que le diera un aumento de sueldo.

-¿Y por qué quieres un aumento?- preguntó el patrón sin detener o aminorar el paso.
-Verá usted patrón, la vida está muy cara- explicó el trabajador mientras se pasaba una mano por la cabeza en señal de preocupación-. El dinero no me alcanza.

El hombre no sólo no consiguió el aumento que buscaba, sino que fue despedido de su empleo antes de que terminara la jornada de aquel día.

Cuando el patrón y su hijo regresaron a casa, el padre aconsejó muy seriamente a su joven vástago:

-Nunca en tu vida se te ocurra dar como razón para pedir un aumento de sueldo que el dinero no te alcanza. Si el dinero no te alcanza es porque gastas más de lo que tienes, no porque la vida sea más cara.
-¿Y por eso lo despediste papá?- cuestionó el chico con cierta preocupación.
-No en realidad. Lo despedí porque era mi administrador. Si no sabe cuidar su dinero, ¿cómo puedo esperar que cuide el mío?

Aunque esto suene a cuento, fue un hecho real que ocurrió en algún punto del estado de Veracruz en México, hace tal vez cincuenta o sesenta años.

Me lo contó el hijo del patrón y recuerdo que también me dijo: "El rico no es rico porque gane más que los demás. Es rico porque no gasta más de lo que necesita".

El domingo pasado una amiga me preguntó por qué no le hacía caso en un buen rato, que se preguntaba si me había hecho algo que me incomodara a tal grado que sólo prestara atención a otras personas y no a ella.

Primero me sentí muy mal al respecto porque sé lo que es estar en esa circunstancia y es bastante incómodo. Luego me disculpé con ella y le expliqué que mi vida ha estado de cabeza y que lamentablemente el tiempo no ha sido mi mejor aliado.

Después de haberle dicho esto me sentí peor. No que haya mentido porque es absolutamente cierto que mi falta de atención (no sólo a ella, sino a muchas otras personas y situaciones) es directamente proporcional a mi falta de tiempo, pero sí me pasó por la mente que el alegar falta de tiempo suena más a un pretexto que busca justificar mi falta de organización o incluso a una posible falta de interés.

Y es que el tiempo es tal cual como el sueldo del día: no puedes pretender gastar más de lo que tienes porque eso es imposible y no puedes aspirar a tener más porque los días sólo tienen 24 horas y no cuentas con un saldo que puedes aplicar a tu favor al día siguiente como podrías hacer con el recurso material o económico.

Aaaaaah, pero hay un factor clave en esto de la administración del tiempo que se llama cansancio y que una vez que te ha atacado, ni aunque quieras, puedes sacar adelante todo lo que tienes pendiente, incluyendo aquello que es casi vital para la supervivencia diaria.

Están las ocupaciones de la casa y la familia, el trabajo, los compromisos escolares y extraescolares de los hijos, los sociales, los de la familia extendida, los que te toman tiempo extra de tus horas de trabajo, los de la parroquia, las actividades de recreo y los infaltables imponderables que a veces también tienen carácter de urgente.

Podría seguir con esta lista pero la verdad es que no hace falta darle muchas más vueltas para darse cuenta de que en realidad no hay día que alcance para hacerlo todo.

¿Será que queremos abarcar demasiado? o ¿Será que no sabemos dedicarle el tiempo necesario a cada cosa?

Por ejemplo ahora mismo. Llevo más o menos una hora entre que cambié el diseño del blog y empecé a escribir esta entrada que me estuvo dando vueltas en la cabeza todo el día, son las 7:30 de la noche y no he llegado a las conclusiones. ¿Debería dejarlo para otro momento? Sí, tal vez lo más sano sería dejarlo como borrador y retomarlo más tarde pero me cuesta trabajo porque ya estoy encarrilada en esto y me molesta la idea de irme sin terminar.

¿Cuántas cosas en la vida quieres hacer de un jalón y no siempre es posible? ¿Por qué no organizamos y dividimos el tiempo entre todo lo que hay que hacer hasta donde alcances, para que al anochecer no te vayas con el sentimiento de que hiciste demasiado pero no se nota (porque sólo hiciste una cosa que te llevó muchas horas y también te desgastó).

Estoy pensando seriamente que mientras más te apegues a una agenda y respetes los tiempos asignados para cada cosa, tal vez te acerques más al objetivo de aprovechar mejor este recurso invaluable y no renovable al que llamamos TIEMPO.