lunes, 22 de marzo de 2010
Un día perfecto
Hoy parece un día perfecto para olvidar los propósitos de año nuevo y mandarlo todo a la mierda, para dejar de ser la madre ejemplar y la hija perfecta, la esposa comprensiva y la jefa responsable. Hoy hace un lindo día y me apetece coger el auto, salir a las calles sin rumbo y no volver hasta que lo que me arde en las entrañas se haya extinguido, hasta haber encontrado las respuestas a esas preguntas inquisidoras y faltas de piedad que me acosan minuto a minuto desde que abro los ojos por la mañana hasta que los vuelvo a abrir a la siguiente. Sí. Hoy parece una buena tarde para perderse, y no digo para encontrarse porque sería mucho pedirle a esta vida que parece intentar extinguirme de a poco cada día.
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2 comentarios:
Te mando un gran abrazo amiga, a mi también me ha ido de la fregada. En cuanto me reponga un poquito de este agobio que me cargo, te busco. Besos.
¿Quién no se ha sentido así? El o la que no se haya sentido así jamás es que entonces no ha vivido!
Saludos...
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