Corrí por tantos años
en tantos lugares distintos.
En el bosque.
En la playa.
En el río.
En las calles y avenidas.
En surcos de maizales.
Corrí por tantos sueños
sin alcanzar alguno,
sin saber siquiera que soñaba,
sin saber siquiera qué soñaba.
Corrí perseguida por mí misma
con el miedo colgando
siempre de mis piernas,
a contratiempo del tiempo,
a contraflujo del viento,
tocando mi rostro
con los dedos ciegos.
Corrí en las penumbras
de las soledades,
en las humedades de los humedales,
entre laberintos
sin más guía que la de mis pasos
rotos.
Corrí.
Corro.
Sigo corriendo.
Seguiré...
pero hoy es distinto.
Hoy es sólo un pasatiempo
el tiempo.
el tiempo.