viernes, 20 de septiembre de 2013
El que no arriesga no gana
El que no arriesga no gana, dicen. Nunca antes me había gustado arriesgar. Y no es que ahora me guste, es sólo que hoy estoy más dispuesta. Treinta y nueve años de experiencia me respaldan. Treinta y nueve años en los que he hecho de todo con tal de permanecer al cobijo de lo seguro, de lo "correcto", de lo bien visto, de lo socialmente aceptable, sin que al final del día el resultado fuera positivo. Ningún sueño fue nunca más importante que eso, así que casi todos duermen el sueño de los justos. Lo que tengo hoy no es un sueño, no propiamente; es más bien una experiencia que ansío vivir, un permiso que me quiero dar, un punto de fuga a esas inquietudes añejas y solas que se me esconden bajo la piel. La intención es empezarme a reconstruir sobre mis propias ruinas. Tengo miedo, como casi siempre. Miedo a no ser lo suficientemente buena o interesante o culta, miedo a no tener las armas de seducción intelectual necesarias para enfrentarme a quien si las tiene y además las domina a la perfección. La diferencia entre la yo de ahora y la de antes es que esta vez no pienso permitirle al mounstro que me devore, no sin antes intentarlo, no sin sentarme frente a esa mesa y a ese café y corroborar que lo que me paraliza es real, no hasta ver y sentir y sudar y paladear la amargura de la materialización de mis pavores; porque también puede que no sea cierto. Históricamente me he juzgado con una dureza implacable, he creído que soy menos de lo que otros creen que soy, hoy trato desesperadamente de revertir la tendencia. He decidido dar un paso hacia mi libertad. Iré. Me plantaré a las seis en punto en el kiosco de Coyoacán. El resto será ganancia.
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4 comentarios:
Ains.... comparto.
¡Ésa es la actitud! De lo que sea que pase, tengo la certeza de que saldrás ganando. Te mando un abrazote con mucho cariño y te deseo éxito en esta empresa. Luego nos platicas como te fue. Beeeeesos.
¡Ésa es la actitud! De lo que sea que pase, tengo la certeza de que saldrás ganando. Te mando un abrazote con mucho cariño y te deseo éxito en esta empresa. Luego nos platicas como te fue. Beeeeesos.
¡Gracias, chicas! Fue una experiencia muy intensa, de esas que te cambian la forma de ver la vida. Definitivamente valió la pena vencer el miedo.
Abrazo a ambas :)
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