lunes, 31 de marzo de 2008
Llorar
"Con llorar no arreglas nada", es la frase más usada por los papás cuando uno está sacando el dolor, la rabia o la vergüenza tras haber hecho algo malo.
Y es verdad, con llorar no se arregla nada, pero por lo menos el alma se desahoga y eso en la mayoría de los casos ayuda mucho.
En últimos días traigo la vena sentimental muy saltada y cuando eso pasa, me da por llorar, llorar a mares.
Me pregunto si por llorar soy débil o tonta. Si las lágrimas se deben guardar sólo para el día en que alguien amado haya muerto.
Yo no sé si hay causas pequeñas o grandes, únicamente sé que cuando quiero llorar, no importa si no arreglo nada con ello, solo quiero dejarlas salir de mi cuerpo.
viernes, 28 de marzo de 2008
Las Flores del amor
Las flores del amor son aquellas que se niegan a perecer sin antes decirnos que alguien, algunos o muchos, nos recuerda(n) con cariño entrañable y ora(n) por nuestro bienestar.
A lo largo de la vida he sido bendecida con ellas. Su aroma fresco de campo me hace sentir en libertad y su belleza me contagia haciéndome sentir como ellas: aromática y hermosa.
Muchas veces he escuchado que el consumo de flores es estúpido porque más temprano que tarde, ellas mueren; pero yo digo que aunque esto es verdad, también es cierto que mueren en el campo o el invernadero. Tal como todos morimos.
Otras veces he escuchado decir: “No me traigas flores porque todavía no me he muerto”.
Es muy respetable lo que los demás piensen sobre el significado de dar flores, ya sea por amor, por celebrar el nacimiento de un hijo, por mandar buenos deseos de recuperación a un enfermo o accidentado; o por compartir el duelo.
Cualquiera que sea la situación, las flores del amor siempre son bien recibidas.
Yo me siento muy feliz y afortunada de tenerlas en vida.
Cuando las reciba y ya no pueda verlas ni empaparme de su frescura, seguramente se encargarán de decirles a mis deudos, aquellos que en vida me amaron y dieron todo por mí, lo mucho que yo los he amado.
De hoy en adelante seré como las flores del amor. Antes de partir, le diré al mundo cuanto lo amo.
A lo largo de la vida he sido bendecida con ellas. Su aroma fresco de campo me hace sentir en libertad y su belleza me contagia haciéndome sentir como ellas: aromática y hermosa.
Muchas veces he escuchado que el consumo de flores es estúpido porque más temprano que tarde, ellas mueren; pero yo digo que aunque esto es verdad, también es cierto que mueren en el campo o el invernadero. Tal como todos morimos.
Otras veces he escuchado decir: “No me traigas flores porque todavía no me he muerto”.
Es muy respetable lo que los demás piensen sobre el significado de dar flores, ya sea por amor, por celebrar el nacimiento de un hijo, por mandar buenos deseos de recuperación a un enfermo o accidentado; o por compartir el duelo.
Cualquiera que sea la situación, las flores del amor siempre son bien recibidas.
Yo me siento muy feliz y afortunada de tenerlas en vida.
Cuando las reciba y ya no pueda verlas ni empaparme de su frescura, seguramente se encargarán de decirles a mis deudos, aquellos que en vida me amaron y dieron todo por mí, lo mucho que yo los he amado.
De hoy en adelante seré como las flores del amor. Antes de partir, le diré al mundo cuanto lo amo.
miércoles, 26 de marzo de 2008
Why should I cry for you?
Día de invierno. El puerto cubierto por el cielo gris, el mar inquieto. Como siempre, el Año Nuevo me espera en el malecón, como siempre me canso de llorar al saberte tan cerca y tan lejos. Desde el asiento trasero de la Suburban en movimiento, observo el ir y venir agitado de las olas. Sting me acompaña desde el discman que toca la melancólica Why should I cry for you? y trato de contar las veces que me he hecho esa pregunta desde que te fuiste de mi vida. Misión imposible... son demasiadas.
De reojo miro un auto blanco que se para a un lado de la Suburban esperando la luz verde, pienso que es igual al de tu padre. Segundos después, cuando te miro sentado en el asiento del copiloto, comprendo que no sólo es igual sino que es el mismo. ¿Hace falta decir que mi mundo se cimbra al verte en un lugar y momento tan inesperados? Sometimes I see your face/Stars seem to lose their place/ Why must I think of you? Canta Sting mientras te miro y me miras, yo con mis ojos húmedos, tú con los tuyos secos; los dos sorprendidos, los dos perturbados; yo porque no he dejado de amarte y tú me has olvidado ya, tú por la misma razón. Why must I? Why should I? Why should I cry for you? Sigue cantando Sting y esta vez yo canto con él porque lo que escucho es exactamente lo que siento y me pregunto. What would it mean to say I loved you in my fashion? Tú agachas los ojos, tu padre acelera, mi corazón sangra. Sé con absoluta certeza que la vida me espera en algún sitio y que al final la encontraré, pero cómo duele preguntarme ¿por qué diablos debo llorar por ti?... mientras me miras hacerlo.
http://www.youtube.com/watch?v=E7Xb4Kjd5Sw
De reojo miro un auto blanco que se para a un lado de la Suburban esperando la luz verde, pienso que es igual al de tu padre. Segundos después, cuando te miro sentado en el asiento del copiloto, comprendo que no sólo es igual sino que es el mismo. ¿Hace falta decir que mi mundo se cimbra al verte en un lugar y momento tan inesperados? Sometimes I see your face/Stars seem to lose their place/ Why must I think of you? Canta Sting mientras te miro y me miras, yo con mis ojos húmedos, tú con los tuyos secos; los dos sorprendidos, los dos perturbados; yo porque no he dejado de amarte y tú me has olvidado ya, tú por la misma razón. Why must I? Why should I? Why should I cry for you? Sigue cantando Sting y esta vez yo canto con él porque lo que escucho es exactamente lo que siento y me pregunto. What would it mean to say I loved you in my fashion? Tú agachas los ojos, tu padre acelera, mi corazón sangra. Sé con absoluta certeza que la vida me espera en algún sitio y que al final la encontraré, pero cómo duele preguntarme ¿por qué diablos debo llorar por ti?... mientras me miras hacerlo.
http://www.youtube.com/watch?v=E7Xb4Kjd5Sw
A medias
Todo a medias. Siempre a medias. Madre, escritora, fotógrafa, amiga, hija, esposa, empresaria... a medias, de medio tiempo, con medio talento. Medio flaca, medio guapa, medio buena gente, medio joven, medio pobre, medio cursi, medio culta, medio futbolera, medio lectora. ¿Algún día daré el salto a la excelencia, a dejar de ser parte del promedio multitudinario e intrascendente? Ruego a Dios que así sea porque no quiero llegar al final de mi vida con todo lo demás a medias.
martes, 11 de marzo de 2008
Todo cambia
Érase una vez un árbol. No era muy frondoso pero tampoco era pequeño, en él solían hacer nido las aves y bajo su sombra se cobijaban pequeñas ardillas que comían de sus frutos.
Por las mañanas despertaba al canto de las aves, se bañaba de rocío y el sol le regalaba su calor. Las ardillas que corrían a través de su tronco cosquilleaban sus ramas haciéndole sentir vivo.
Pero nada en esta vida es permanente, un día la plaga se apoderó de su interior y lo hizo quedarse sin hojas.
Hoy ya sus ramas no pueden ser nido para las aves, las ardillas ya no tienen frutillas que comer, una etapa de su vida ha terminado.
Sí, una parte de su vida ha terminado pero no su vida. Sigue vivo para ver el nuevo amanecer, para sentir las gotas de lluvia que caen sobre sus ramas desnudas. Tal vez vivirá por mucho tiempo y aunque extrañe a las aves y a las ardillas, recordará que alguna vez fue nido, que alguna vez sintió las pequeñas patitas de las ardillas brincar sobre sus ramas, que aunque su cuerpo no fuera muy frondoso, siempre fue buen refugio del calor y la lluvia.
FIN.
Por las mañanas despertaba al canto de las aves, se bañaba de rocío y el sol le regalaba su calor. Las ardillas que corrían a través de su tronco cosquilleaban sus ramas haciéndole sentir vivo.
Pero nada en esta vida es permanente, un día la plaga se apoderó de su interior y lo hizo quedarse sin hojas.
Hoy ya sus ramas no pueden ser nido para las aves, las ardillas ya no tienen frutillas que comer, una etapa de su vida ha terminado.
Sí, una parte de su vida ha terminado pero no su vida. Sigue vivo para ver el nuevo amanecer, para sentir las gotas de lluvia que caen sobre sus ramas desnudas. Tal vez vivirá por mucho tiempo y aunque extrañe a las aves y a las ardillas, recordará que alguna vez fue nido, que alguna vez sintió las pequeñas patitas de las ardillas brincar sobre sus ramas, que aunque su cuerpo no fuera muy frondoso, siempre fue buen refugio del calor y la lluvia.
FIN.
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