miércoles, 20 de enero de 2010

El recuento tardío

Es costumbre hacer un recuento de experiencias al final de cada año, realizar un balance de las acciones, los avances, los retrocesos, los momentos felices y los desdichados, los poemas descubiertos y los olvidados, los libros leídos y las canciones escuchadas, las personas que llegaron y las que se fueron. Es costumbre, también, hacer una lista de propósitos cuando el nuevo año comienza, promesas, sueños a materializar, personas a dejar de odiar, malos hábitos que mandar por el caño, cremas que untarse contra las arrugas, dejar de envejecer.
Este fin e inicio de año no tuve tiempo ni para el recuento ni para los propósitos, es por ello que vengo hasta hoy a tratar de darle forma a lo que pienso que fue importante para mí en el 2009. Creo que lo más importante es que descubrí mi fuerza interior, vencí el añejo vicio de la victimización y mandé al carajo la eternidad de mis dolencias del alma. Sí. Sé que puede sonar contradictorio dadas mis últimas entradas en este espacio que suenan a una lamento sin fin hacia el pasado fundamentalmente, pero bueno, todos tenemos recaídas de vez en cuando ¿no? Creo también que aprendí a quererme un poco más, a gustarme, a verme en el espejo y encontrar puntos positivos (la juventud aún no me abandona del todo aunque amenace seriamente con hacerlo cada día), aprendí a entender que lo que para mí significa un defecto para alguien más que me mire puede ser una virtud. Dejé ir fantasmas de mi adolescencia y le di la bienvenida a otros de mi madurez, me di cuenta de que si sonrío en las fotos salgo más bonita y de que en las espontáneas no siempre salgo tan mal, descubrí que puede gustarme un hombre feo, sentí por primera vez una tensión sexual imposible de liberarse. Me enamoré más de mi marido y adquirí el hábito del ejercicio. Me volví madre de una adolescente y creo que no lo hice tan mal.
En fin, que parece que la lista es más larga de lo que pensaba. La dejaré hasta aquí y sobre los propósitos sólo diré que buscaré a toda costa ser mejor madre, esposa, hija, hermana, amiga, en resumidas cuentas, ser mejor mujer.
¡Feliz 2010!

1 comentario:

Anabell dijo...

¡FELIZ 2010 para ti y tu familia amiga!

Estoy segura que lograrás el objetivo porque eres una GRAN persona.

Te quiere:
Anabell