domingo, 1 de junio de 2008

El día de tu boda

El día de tu boda, uno de los días más felices de la vida.

Sin duda, las bodas guardan miles de momentos emotivos. La belleza de la novia, la gallardía del novio y los rostros felices de los padres por el cumplimiento de un sueño para sus hijos. La lágrima que asoma los ojos al ver que estos ya no son más, parte del nido.

Ayer, mi amiga Xochitl llegó al altar del brazo de un hombre extraordinario: Juan Pablo.

Me siento feliz por este par, porque sin duda se merecen uno al otro.

Mi amiga, un ejemplo de lo que una mujer entera debe ser: luchadora de toda la vida, sensata, cuidadosa, cariñosa, en pocas palabras una triunfadora.

Recuerdo que cuando trabajábamos juntas, de camino a la oficina platicábamos de cientos de cosas donde descubrí su valía como ser humano.

Como todos, ella no se salvó de cometer errores de juventud, pero de todos y cada uno de esos tropiezos ella supo levantarse con dignidad y valentía.

Ha sabido ser una gran madre en medio de la adversidad y con mucha inteligencia y cariño, le ha dado a Sheyla todo lo que ha estado en su mano para hacerla una persona de bien y feliz.

Él, un hombre muy cariñoso, comprensivo e increíblemente solidario. Supo ver en mi amiga, a la mujer con la que se merece pasar el resto de vida. Siempre respetándola y apoyándola a lo largo del camino, ha demostrado que está hecho para ella.

Seis años de noviazgo llegaron a su fin para dar paso a la consolidación de un sueño en la fundamentación de una familia.

Grandes cosas auguro para esta nueva familia. Porque tienen los ingredientes necesarios para triunfar: inteligencia, honestidad, confianza y por supuesto, amor.

¡FELICIDADES XOCHITL Y JUAN PABLO!

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