Grande es mi fortuna en la tierra, pero mayor es la que tengo en el cielo.
Sinceramente no sé qué fue lo que hice para merecerme esto, y la única forma que tengo para darle un sentido, es decir que Dios realmente me ama... realmente nos ama.
Hace 9 años comencé a recorrer un camino lleno de ilusiones, esperanzas y retos. En él he encontrado la continuidad de un proyecto de vida que estaba truncado.
A veces se tiene que dejar lo bueno aunque sea bueno, para tener una oportunidad de encontrarse con lo mejor.
Doy gracias a dios por las bendiciones que comenzó a verter sobre mi complicada vida, un día como hoy. Este día, dios me regaló un marido y con él, muchas oportunidades de ser una mejor persona.
Gracias dios por esta bendición que es mi matrimonio.
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