miércoles, 1 de abril de 2009

¡Por favor, háblame!

El domingo pasado tuve la enorme fortuna de asistir al concierto "Encore" de la gira 2009 de Peter Gabriel.

¿Qué puedo decir de lo que significó para mí poder vivir la experiencia con alguien a quien conozco de tantos y tantos años atrás? Fue sin duda una vorágine sentimental de la Anabell de los 80's y la Anabell del 98 a la fecha.

Peter ha sido un maravilloso compañero de viaje y sus rolas han marcado momentos muy especiales de mi vida al lado del hombre que amo. En este concierto, una vez más él puso la magia con la que mi marido y yo dejamos de ser dos para ser uno solo.

En adición a estos maravillosos momentos que me ha hecho vivir al lado del amor de mi vida, este domingo, Peter me movió el corazón con respecto a algo que yo creía ya superado.

Es una larga historia que no tendría sentido para muchos que nos hacen favor de venir a leer lo que mi tocayita y yo plasmamos en este espacio, así que omitiré esa parte y me concentraré en lo medular.

Hace algunos años reinventé algo muy conocido por el mundo, me vestí con su piel y salí a darle vida a través de mis palabras para que los que lo admiraban, pudieran disfrutar de las maravillas que mi locura me había obsequiado mucho tiempo atrás.

La idea fue buena y por boca de muchos he sabido que mi pequeña locura se convirtió en la actuación de mi vida. No digo actuación porque lo hubiera fingido, lo digo porque en verdad fue una interpretación que no tengo temor a decir que fue magistral.

Con lo limitado de mi lenguaje y experiencias, fui capaz de darle vida a algo que ya no la tenía; lo saqué de la obscuridad de un cajón para convertirlo en un ser con una increíble gama de colores... sí, con los colores con los que se pinta el sentimiento llámese miedo, enojo, alegría, amor, llanto, ilusión, coraje, pasión, compasión y ¿porqué no?, mucha, pero mucha reflexión.

Jugué a ser un creador... bendito regalo que Dios mismo da a los que ponen en palabras aquello que danza por su cabeza. Le di sentido a la dolorosa vida de un hombre y lo llené a él, y a quienes le acompañan en el viaje de la vida, de toda mi experiencia, amor, conocimiento, pasión y otras tantas cosas que ahora se me escapan, todo con tal de regalarle a quien estuviera del otro lado del texto, un poquito de lo que siento y de lo bueno que hay en mi.

Por cosas naturales de la vida, mi ciclo con él se terminó hace unos meses y aunque estoy y siempre he estado consciente de que eso pasaría, estoy muy dolida por la forma en la que se dieron las cosas. No esperaba que fuera de este modo y eso es algo que no he podido superar hasta el momento.

Como le dije a mi tocayita hace unos minutos... pareciera que no valió la pena haberlo compartido si las cosas iban a terminar como terminaron y lo triste es que no puedo volver atrás... no he encontrado la forma de que volvamos a ser él y yo.

Sé que es tonto porque no es mi creación... pero de verdad lo digo... ha sido mío en muchos sentidos y cómo duele perder ese nexo con un personaje que tiene tanto de ti y por ti.

Hoy vengo a compartir con ustedes y en especial con mis amigas que sé que me leen, mi súplica dolorosa porque sé que me entenderán. Y los que se quedan sin idea alguna de lo que pasa por mi desquiciada mente, sé que por lo menos disfrutarán de esta pieza de arte del maestro Peter Gabriel.

Les dejo el video "Come talk to me" de 1993 de la gira Secret World. Cuando lo vi por primera vez me impactó ver la liga entre el significado de la rola y lo que Peter hace en el escenario... es sin duda una de sus obras maestras y hasta dónde sé, la escribió durante una época difícil que tuvo como padre.... de esas cuando un hijo se cierra y no te habla más.

Dedicado a quien no me habla más, con la esperanza de que algún día vuelva a mí.

Gracias por estar aquí.



2 comentarios:

La lunática dijo...

Estoy segura de que así será.

Anabell dijo...

¡Gracias amiga!