Ayer la niña descubrió que su interior se quiebra, que de su seno se desprenden pedazos que la dejarán incompleta. Ayer la niña descubrió que su príncipe no lo es, pero no quiere aceptarlo, prefiere seguir inmersa en la fantasía que ella misma se ha creado aunque la realidad se le embarre en la cara cada que recoje del suelo los trozos ulcerados de su carne virgen.
Niña... ¿no lo entiendes? El príncipe es el dragón, el mounstro que te ha dejado marcada para el resto de tus días. ¡Aléjate de él por favor! Trata de rehacer tu vida con lo que te queda.
2 comentarios:
NIÑA, ERES MUY TIERNA, TIENES QUE SALIR.
Gracias
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