Y me miras con tus ojos desafiantes,
con esos que sólo usas cuando la ira
te hace su presa.
Se te olvida por instantes
que no es abrirte heridas lo que busco,
se te olvidan las horas tibias
de nuestras desnudeces
y las caricias que le he regalado a tu vida
antes tan sola...
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