jueves, 2 de abril de 2009

Abril volvió ayer

A otra cosa, me dije y cerré la puerta, cansada de esconder sentimientos, de supeditar mi existencia a la de otros; y con esa puerta de agua cerrada me llegó también la ausencia de palabras, la falta de inspiración, la soledad de esa parte de mí que llenó mi vida de euforia durante poco más de tres años, en los que ese mundo fue lo único que permaneció constante cuando todo lo demás se me cayó encima a pedazos. Sin embargo, no me arepiento de haber arrojado la llave al vacío. Necesitaba espacio, me necesitaba a mí como individuo y eso lo había perdido.
Abril volvió ayer y con él las ansias de seguir contando, de hacer versos y prosas de nuevo. Sé que los abriles de antes, con sus prisas y emociones y bromas y fantasías, no volverán, pero creo que las letras pueden regresar a mí si encuentro el escenario adecuado para mostrarlas al mundo. Porque sí, debo admitir que escribo para que me lean, porque me gusta contar lo que creo y en lo que creo, lo que me nace dentro y que si no sale en forma de letras lo hará en forma de lágrimas.
Abril volvió ayer. Estoy segura de que mañana regresarán las palabras, las ideas, las rimas y los cantos. Es más... ya han llegado. Las puedo sentir. La pregunta es si las podré plasmar.

1 comentario:

Anabell dijo...

Males que nos aquejan... te mando un abrazo apretado amiga querida.

Besos.