Creo que si de algo he estado consciente toda mi vida es de que todos los actos tienen consecuencias y he procurado en la medida de mis posibilidades y limitantes, enfrentarlas siempre con la cabeza en alto.
A últimas fechas he vivido una vorágine de sentimientos que me han movido muchos cimientos y hoy como siempre, le tengo mucho miedo a las consecuencias.
Por un lado estoy tranquila porque he encontrado la paz que da el reconocer las equivocaciones y pedir perdón por ellas, pero por otro siento que entre pedir perdón y tenerlo hay una distancia muy grande.
Pero todo debe fluir, como las aguas de los ríos. El día que se queden estancadas, seguramente se empantanarán.
A últimas fechas he vivido una vorágine de sentimientos que me han movido muchos cimientos y hoy como siempre, le tengo mucho miedo a las consecuencias.
Por un lado estoy tranquila porque he encontrado la paz que da el reconocer las equivocaciones y pedir perdón por ellas, pero por otro siento que entre pedir perdón y tenerlo hay una distancia muy grande.
Pero todo debe fluir, como las aguas de los ríos. El día que se queden estancadas, seguramente se empantanarán.
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