Hoy se cumple un año más, nueve para ser excatos, desde que escuché tu voz por primera vez, desde que saliste de mi entraña para vivir tu propia vida.
Sé que no eres muy bueno en Mate, que leer no es precisamente tu hit, que la ortografía te causa terror y que si pudieras no te bañarías jamás. Pero, ¿sabes? Nada de eso importa porque tu grandeza va mucho más lejos, porque lo que haces bien es mucho mayor, porque tu sonrisa ilumina el mundo, porque tu sola presencia es un regalo de Dios. Todo lo demás es periférico, retos que se solucionan con trabajo y madurez, la misma que adquieres cada día en pequeñas dosis.
Hoy celebro nueve años del cumplimiento de uno de mis más grandes sueños: TÚ.
¡Feliz cumpleaños, Ger! Te amo.
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