Mojando la Tierra: Anabell y Anabel: Para ti, hijo mío

viernes, 16 de enero de 2009

Para ti, hijo mío

Hoy, tu esfuerzo y dedicación rindieron un fruto muy especial.

Disfruta la alegría que este momento te brinda y canta con el corazón.

Conserva el recuerdo y sueña con los que vendrán.

Con amor:
Tu mamá

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Tierra Mojada

Tormenta. Llovizna. Lluvia suave pero contundente. Granizo. Nieve. Rocío de la mañana. Como sea. El agua, en cualquiera de sus manifestaciones, moja la tierra, y le regala el aroma que vive en nosotras desde la infancia y que se nos presenta cada vez nuevo y distinto pero siempre como una caricia cargada de recuerdos tristes o alegres o melancólicos o fantásticos, como una esperanza o un sueño, como un preludio o un interludio, como una amargura o una sonrisa. Los sentimientos son el agua viva de nuestra tierra personal, de nuestra vida, con ellos la mojamos y creamos a diario ese aroma entrañable que nos mueve y nos alienta.