Estoy a unas horas de subirme a un avión rumbo a Europa. Hay mucho dentro pero poca claridad para expresarlo. En general temo a los aviones (nunca tanto como para uno subirme a uno) así que no empezaré a disfrutar del viaje hasta que esté finalmente en Florencia y pise de nuevo tierra firme.
No ha sido fácil, la decisión de viajar no la tomé yo pero mi marido me ha visto tan estresada a últimas fechas que decidió que era un buen momento para alejarme de todo y despejar mi atribulada mente por unos días. Tiempo, distancia, frío y escenarios nuevos es una mezcla que ayuda a la mayoría; espero sinceramente que funcione conmigo.
1 comentario:
A estas horas ya estás sobre el Atlántico así que es muy probable que veas estas líneas hasta que regreses, pero no quiero dejar pasar el momento sin decirte que deseo que tengas un viaje extraordinario, que la experiencia sea maravillosa para que la guardes en el corazón como uno de los tesoros más queridos.
¡Buen viaje amiga! Nos vemos a tu regreso.
Te voy a extrañar.
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