jueves, 25 de marzo de 2010

Canciones desfazadas en el tiempo

Hoy me apetece hablar de canciones, de esas desfazadas en el tiempo, de las que no existían cuando las necesitaba o de las que existieron mucho antes que yo misma y que en un punto de mi vida parecieron estar inspiradas en mi situación personal de ese momento.

Comenzaré con Creep de Radiohead. Ya sé que está bien choteada pero para mi gusto es maravillosa. Básicamente me remite a la cafetería del Tec, era ritual que cada que iba a almorzar introdujera una moneda en la rockola y la pidiera para sentir su compañía. Años después le puse una atención especial a la letra y descubrí que describe a la perfección lo que sentía por ahí de los catorce o quince años, cuando la rola aún no se le ocurría ni a una sola de las neuronas de Tom Yorke:

When you were here before,
couldn't look you in the eye
you're just like an angel,
your skin makes me cry.
You float like a feather
in a beautiful world.
I wish I was special
you're so fuckin' special
but I'm a creep,
I'm a weirdo
What the hell am I doin' here?
I don't belong here

Increíble la similitud entre esta letra y lo que me pasaba por la entraña, el corazón y la cabeza en aquel tiempo. Por una parte, el amor no correspondido, la idealización del objeto de mis sentires pubertos... para mí él era justo como un ángel, como una pluma flotando en un mundo maravilloso, que sólo existía, claro, cuando lo miraba aparecer en el salón de clases. Por otra, el deseo eternamente frustrado de ser correspondida, de ser especial para él. Y por último, esa falta de pertenencia que siempre sentí a lo largo de esos años, el reconocimiento de ser distinta a todos, ajena, la eterna pregunta ¿qué demonios hago aquí? que siempre se quedó sin respuesta.

Hay otra rolita que pareciera haber cruzado el tiempo para llegar a mí en el momento preciso. De Hernaldo Zúñiga, No tengo más patria que tu corazón. Un título largo pero que da una idea muy clara de su contenido lírico. Hace varios años que es una especie de himno de pareja entre mi marido y yo, pero hoy más que nunca cobra para mí un sentido asombrosamente realista, porque justo ahora, en este momento en que tecleo, no hay nada que se parezca más a lo que siento por el hombre que camina conmigo desde hace quince años...

... en lo pasado...

No tengo más himno que aquel que es tu voz,
hallarte fue un gozo mi mapa cambió.
Lamiste mi herida sin saber
que en medio de un mundo que anda mal
me diste el vigor para sonreir,
promueves mi calma,
da gusto vivir


... lo presente...

De la geografía que hay en ti,
me viene el aliento de escribir
Me encanta escalar,
tus montes y arar
Me abrigan tus huecos,
cuando hay tempestad.

No tengo más patria que tu corazón,
en esa mirada me cabe hasta el sol.
Si todo es mentira lo tuyo es verdad, color.
No tengo más patria que tu corazón
si todo se cae me queda tu amor,
me queda tu nombre que grito a todo pulmón.

... y lo futuro...

Mi única bandera ondea por tí,
si miro al futuro me gusta creer
que envejeceremos piel con piel
rodeados de nietos y ojalá
queriéndonos más o al menos igual
viviendo una casa a orillas del mar.

No tengo más patria que tu corazón
en esa mirada me cabe hasta el sol.
Si todo es mentira lo tuyo es verdad, color.
No tengo más patria que tu corazón...

Y toda la esperanza que puedo guardar en mi corazón en estos momentos oscuros de mi vida parece resumirse en dos líneas:

si todo se cae me queda tu amor
me queda tu nombre que grito a todo pulmón

Escritas antes de que hubiera cruzado con mi amor ni una mirada siquiera.

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