martes, 8 de septiembre de 2009

La semilla que germinó

Erase una vez un hombre y una mujer que un día se unieron con el propósito de cultivar un jardín.

Sembraron su primera semilla y le dieron los cuidados que toda semilla recién sembrada debe recibir.

Sin embargo, y a pesar de los cuidados de esta pareja, la semilla que con tanta ilusión sembraron se vio afectada por la adversidad del clima y en más de una ocasión estuvo a punto de perecer en medio de torrentes de agua implacables y vientos arrebatados.

Algún tiempo después la semilla germinó, pero lo hizo antes del tiempo idóneo para que su pequeña planta tuviera las mejores condiciones para vivir en su nuevo ambiente así que fue necesario, que además de la pareja que la cuidaba, intervinieran en la conservación de la pequeña plantita, un equipo de jardineros experimentados en la materia y quienes a lo largo de su vida, habían ayudado a muchas otras plantitas en condiciones similares a esta que es la estrella de esta historia.

Así, con el favor de Dios y un poco de ayuda de todos a su alrededor, la plantita logró ver las primeras luces del día y recibió las primeras caricias del sol.

A pesar de que todo parecía estar bien, sus jardineros tuvieron una nueva preocupación pues el invierno estaba cada vez más cerca, amenazando de nueva cuenta la existencia de la pequeña. Sin duda necesitaría de muchos cuidados para poder sobrevivir a la amenaza que se avecinaba.

La pareja se convirtió en invernadero y le dieron a su plantita todo el calor y el cuidado que necesitó hasta el día que pudieron soltarla al aire libre para verla crecer bajo los rayos del sol y el baño del rocío.

Hoy, esa plantita se ha convertido en un arbolito que tiene diez años de haber germinado de la semilla que con tanto amor, la pareja sembró. Le falta todavía mucho por crecer antes de convertirse en árbol que de frutos, pero la pareja que un día lo sembró, está segura de que con el paso del tiempo, se convertirá en refugio de pajarillos y ardillas y que bajo su sombra crecerán las semillas que de sus frutos salgan con el propósito de ver todos los días un nuevo amanecer.

2 comentarios:

La lunática dijo...

Un hermoso y greñudo arbolito jeje
¡FELICIDADES!

Anabell dijo...

Muchas gracias amiga querida.

Besos.