Me ha llegado otro momento de revivir aquello que se selló una tarde de verano y no puedo más que sentirme la mujer más afortunada sobre la faz de este viejo y maravilloso planeta.
He vivido cosas buenas y otras con tintes decadentes pero lo que hace la diferencia es haberlas vivido a tu lado.
Hoy más que nunca estoy convencida de que mi lugar en el mundo es junto a ti, y me siento feliz de no haber dejado pasar la oportunidad de vivir esta aventura, pensando en los temores y en los fantasmas del pasado.
No es por nada pero de aquello que pudiera creer que me hace falta, la verdad ni me acuerdo.
Tú todo lo llenas y a todo le das balance.
¡Gracias por estos maravillosos once años de amor y crecimiento, amado esposo mío!
Anabell
14 de Agosto de 2010
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