"Don't think me unkind
Words are hard to find
The only cheques I've left unsigned
From the banks of chaos in my mind
And when their eloquence escapes me
Their logic ties me up and rapes me
De do do do, de da da da
Is all I want to say to you
De do do do, de da da da
Their innocence will pull me through
De do do do, de da da da
Is all I want to say to you
De do do do, de da da da
They're meaningless and all that's true
Poets, priests and politicians
Have words to thank for their positions
Words that scream for your submission
And no one's jamming their transmission
'Cos when their eloquence escapes you
Their logic ties you up and rapes you
De do do do, de da da da
Is all I want to say to you
De do do do, de da da da
Their innocence will pull me through
De do do do, de da da da
Is all I want to say to you
De do do do, de da da da
They're meaningless and all that's true".
¿Cuánta gente dice miles de cosas que parecen coherentes sin que estas tengan realmente sentido?
Mentiría si dijera que fue esta la primer canción que escuché del trío británico “The Police”, pero recuerdo perfectamente que fue de las primeras porque cuando la escucho, la figura de mi abuela paterna, con algunos años menos, menos canas, su delantal de cuadritos azules y blancos y su pose de brazo derecho sobre la cintura en forma de jarra, se aparece frente a mis ojos diciendo: “¿De do do do, de da da da. Qué es eso? Lupe – dirigiéndose a mi tía la menor – apaga ese ruido”.
Como buen adulto mayor, mi abuela nunca le encontró sentido y mucho menos belleza a lo que sus hijos adolescentes escuchaban. Mi tía no apagaba la radio, solo bajaba un poco el volumen por un rato.
Yo era niña, tendría tal vez 9 o 10 años. Tampoco sabía lo que esas palabras querían decir, pero el ambiente de la canción me parecía divertido, tanto que lo tarareaba quedito desde mi cama en la parte baja de la litera para que mi abuela no me escuchara y se enfadara.
Nunca pasó por mi mente que algún día estaría de pie, a unos 35 metros de estos tres tipos geniales que enloquecidamente entonaban el “De do do do, de da da da”; mucho menos pensé que los vería bailar estas y otras canciones que con el paso del tiempo se agregarían al repertorio de mis recuerdos y que me contagiarían con su entusiasmo y buena vibra.
Sin duda fue todo un PRIVILEGIO haber podido ser testigo de la reunión de uno de los íconos más importantes y trascendentes que ha tenido el rock en lengua inglesa. Fue como vivir lo impensable, lo que solo ocurre en los confines de la imaginación de un cuenta cuentos.
Recorrí más de 560 kilómetros, con sus altas y bajas, estaba muy cansada por un día difícil en una ciudad ajena y complicada, pero cuando finalmente los vi, ese cansancio y fastidio comenzó a desvanecerse. Estaban tan cerca de mí que al cerrar mis ojos, mi mente todavía es capaz de reproducir los momentos vividos a su lado.
El clima fue benévolo, aunque por algún rato llovió, minutos más tarde, la luna se asomó por entre las nubes para regalarnos su esplendor en medio de las notas de “Roxanne” que entonaban Sting y los casi 50,000 admiradores que tuvimos la fortuna de estar ahí.
Es difícil poder transmitir todo lo que sentí la noche del 24 de noviembre de 2007, pues en unos instantes se conjuntaron: momentos de mi niñez “caminando en la luna”, el recuerdo de mi primer amor adolescente no correspondido mientras yo estaba pendiente de “cada respiro que daba”, mis brincos soñando que un chico dijera “todo lo que ella hace es mágico”, el instante en que conocí al “Rey del Dolor”, y el día que “me envolví en su dedo”. Fue como ver fragmentos de mi vida antes de morir y llegar al paraíso… sí, creo que eso fue, unas horas de éxtasis, éxtasis que sin duda experimentó cada corazón en aquel lugar, incluso aquellos que en principio no tenían idea de quien era “The Police”.
Además de momentos de ensoñación, esta experiencia me llevó de la mano a encontrarme con una nueva forma percibir la música de estos extraordinarios hombres. Durante mis años juveniles (más juveniles), mi fascinación se centraba solo en Sting; pues para mí, él era el genio que todo lo creaba, seguramente porque siempre lo que más llama la atención es ese timbre de voz tan peculiar que posee. Hoy que han pasado más de 20 años, puedo ver que “The Police” no es solo él y esto es maravilloso. Ahora soy capaz de darme cuenta que la magia no solo está en las letras que él haya escrito y que siempre me han parecido fascinantes e hipnotizadoras; definitivamente sin el sentimiento, la técnica y la creatividad que aportan Andy Summers en la guitarra y Stewart Copeland en la batería, mucho del encanto y majestuosidad de sus canciones estaría perdido en alguna dimensión desconocida.
Me encantó escuchar los arreglos en “Wrapped around your finger” y “King of Pain” y a Stewart luciéndose en lo que mejor sabe hacer: tocar percusiones.
Aprecié en toda su extensión la calidad musical y técnica de Andy, quien se pasó prácticamente todo el concierto frente a mí, me maravillé ante el virtuosismo y energía que transmitía Stewart y admiré todavía más, la calidad vocal de Sting a pesar de estar delicado de la garganta.
Eso se llama amor a lo que haces. Eso es lo que los hace grandes entre los grandes, porque a pesar de tener enormes diferencias entre ellos, han sabido enfrentarlas y superarlas para regalarnos un trozo más de sus vidas y dejarnos compartir con ellos, un poco de la nuestra.
Gracias chicos por hacerme escuchar “voces dentro de mi cabeza, ecos de cosas que ustedes dijeron”.
Con profunda admiración:
Anabell
jueves, 29 de noviembre de 2007
lunes, 26 de noviembre de 2007
Una explosión de color
La vida se va tejiendo de instantes, a cada segundo, sin parar. A veces, esos instantes son aderezados por sustancias especiales que se entretejen con ellos, que se funden en la hilatura y le dan color para ir formando poco a poco el lienzo completo de una existencia.
The Police ha estado a mi lado durante mis últimos veinte años, filtrándose con cada canción en mi lienzo particular y aportando una y otra vez colores y significados distintos, porque no es lo mismo Message in a bottle a los catorce que a los veinticuatro que a los treinta y cuatro; ni King of pain soltera que casada y madre de dos hijos; ni Reggatta de blanc imitada guturalmente por mi hija a los once meses de edad que cantada por mí un millón de veces en el auto a tope de volumen.
Hace dos noches Sting, Andy y Stewart fueron capaces de fusionar cientos, tal vez miles de momentos, de sentimientos, de dolores, de recuerdos, de decepciones, de alegrías y triunfos y sueños y llantos y besos y miedos y primeras y últimas veces; en poco más de cien minutos de un despliegue artístico excepcional a escasos treinta metros de mis incrédulos ojos y agradecidos oídos; una fusión de tal magnitud que me licuó el alma y me la volvió lágrimas.
Lo que esos tres hicieron por y para mí no fue sólo música, fue una regresión, una catarsis, un hervidero de entrañas... una explosión de color.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
¿Qué es la cordura?
¿Qué es la cordura?
¿Es acaso lo que no tengo ahora?
¿Es acaso tu ausencia?
¿Fingir que no eres ni estás?
¿Negar tus manos en mi cara,
tus labios en los míos?
¿Qué es la cordura?
¿Permitirse brincar muros
y atravesar puentes?
¿Soñarte despierta?
¿Pensarte dormida?
¿Lo sabes tú?
¿Me lo dices?
¿Es acaso lo que no tengo ahora?
¿Es acaso tu ausencia?
¿Fingir que no eres ni estás?
¿Negar tus manos en mi cara,
tus labios en los míos?
¿Qué es la cordura?
¿Permitirse brincar muros
y atravesar puentes?
¿Soñarte despierta?
¿Pensarte dormida?
¿Lo sabes tú?
¿Me lo dices?
martes, 20 de noviembre de 2007
Miedo
Durante semanas traté de no pensar, de no imaginar tus grandes ojos mirándome desde el umbral del quirófano... una vez más.
Cuando eras pequeñita te leía cuentos mientras cambiabas tus ropas por la bata estéril color azul gastado. Nunca me permitiste ayudarte, preferías batallar con botones y zippers si a cambio podías escuchar las historias de Wilde. No sé si entonces era más sencillo; no preguntabas sobre la vida y la muerte, no sabías de consecuencias ni de dolores, no llorabas cuando la enfermera te tomaba en brazos para llevarte a tu encuentro con el bisturí; pero era durísimo decirte adiós mientras sonreías agitando tu manita regordeta y yo tenía que tragarme mi llanto, mi miedo y la terrible incertidumbre sobre si te volvería a ver.
Esta vez será distinto, ya no eres pequeña; pero yo sigo siendo la misma miedosa y no sé si esta vez podré disimular lo que se ha estado incubando en mi alma desde que te diganosticaron la cirugía. Sólo de pensarlo me inundo de llanto.
Tengo miedo, un miedo terrible de no tener la capacidad de ser tu fortaleza, de no aguantar el dolor de ver tus ojitos nublados y tu mano, ahora delgada, agitándose mientras te alejas; tengo miedo de derrumbarme cuando me necesites como el acero.
Cuando eras pequeñita te leía cuentos mientras cambiabas tus ropas por la bata estéril color azul gastado. Nunca me permitiste ayudarte, preferías batallar con botones y zippers si a cambio podías escuchar las historias de Wilde. No sé si entonces era más sencillo; no preguntabas sobre la vida y la muerte, no sabías de consecuencias ni de dolores, no llorabas cuando la enfermera te tomaba en brazos para llevarte a tu encuentro con el bisturí; pero era durísimo decirte adiós mientras sonreías agitando tu manita regordeta y yo tenía que tragarme mi llanto, mi miedo y la terrible incertidumbre sobre si te volvería a ver.
Esta vez será distinto, ya no eres pequeña; pero yo sigo siendo la misma miedosa y no sé si esta vez podré disimular lo que se ha estado incubando en mi alma desde que te diganosticaron la cirugía. Sólo de pensarlo me inundo de llanto.
Tengo miedo, un miedo terrible de no tener la capacidad de ser tu fortaleza, de no aguantar el dolor de ver tus ojitos nublados y tu mano, ahora delgada, agitándose mientras te alejas; tengo miedo de derrumbarme cuando me necesites como el acero.
Nuevas versiones
Un cigarrillo, no el mismo de entonces. "Nena", una diferente, nueva, actual... pero la misma en esencia, la misma que escuché cientos de veces. La carretera abriéndose ante mí en medio de la oscuridad, igual a la de hace quince porque me llevará al mismo destino, pero también nueva y diferente a la de entonces, a la que bañé con mis lágrimas de ida y de vuelta. Tu foto en el periódico, una que te muestra distinto pero no nuevo, una que me ha embarrado en la cara que el tiempo pasa para todos, y que ni tú, ángel idealizado tantas noches, puedes escapar de él. Seguramente tampoco yo y me pregunto, mientras hundo a fondo mi pie en el acelerador, si me veré igual, con todos los años del mundo a cuestas. Echo un vistazo al retrovisor y me devuelve una lozanía que comienza a dejar de serlo. Suspiro con algo de alivio y me lanzo a la oscuridad con las ventanillas abajo para dejar que el viento frío me congele. Esta noche he visto varias nuevas versiones de las cosas de antes.
lunes, 19 de noviembre de 2007
Y volví a las andadas
Por loca, atrabancada o simplemente por estúpida, te volví a guardar en un cajón, y eso para mí, nunca ha estado bien.
Hoy que he tenido tiempo, me llegó la nostalgia y volví a las andadas.
Porque necesito estar muerta para dejarte en el olvido permanente, porque una de las cosas que más me emociona es contar tu historia, porque ya no me importa lo que venga después del punto final, he vuelto a las andadas.
Nunca terminaré de darte las gracias. Al darte vida, he recuperado parte de la mía, esa que hace muchos años creí perdida. Gracias por abrir mis horizontes, gracias por darme alas y ponerme ante un cielo abierto.
Hoy te prometo que mientras yo viva, tú también tendrás vida.
Hoy que he tenido tiempo, me llegó la nostalgia y volví a las andadas.
Porque necesito estar muerta para dejarte en el olvido permanente, porque una de las cosas que más me emociona es contar tu historia, porque ya no me importa lo que venga después del punto final, he vuelto a las andadas.
Nunca terminaré de darte las gracias. Al darte vida, he recuperado parte de la mía, esa que hace muchos años creí perdida. Gracias por abrir mis horizontes, gracias por darme alas y ponerme ante un cielo abierto.
Hoy te prometo que mientras yo viva, tú también tendrás vida.
viernes, 16 de noviembre de 2007
Ocho tiempos
Ya Anabell ha hablado del tiempo, de la rapidez con la que se mueve y de su condición de tesoro no renovable.
Hoy quiero, por primera vez, que el tiempo pase rápido, que si cada día es un tiempo, los ocho tiempos que siguen a partir de ahora se vuelvan segundos para después detenerse un poco y volverse lentísimos por un par de horas. Sé que no puedo manipular el tiempo pero ¿quién ha pagado por desearlo?
Hoy quiero, por primera vez, que el tiempo pase rápido, que si cada día es un tiempo, los ocho tiempos que siguen a partir de ahora se vuelvan segundos para después detenerse un poco y volverse lentísimos por un par de horas. Sé que no puedo manipular el tiempo pero ¿quién ha pagado por desearlo?
martes, 13 de noviembre de 2007
Me Verás Volver
"Me verás volver", verso de la canción "Ciudad de la Furia", ha dado nombre a la gira en la que el trío argentino Soda Stereo ha marcado su regreso al mundo de la música y el espectáculo.
2007, definitivamente pasará a la historia como el año de las reuniones de aquello que parecía desintegrado de manera definitiva e irreversible.
Soda Stereo es, desde mi punto de vista, el mejor exponente musical latinoamericano que hemos tenido en la historia del rock.
Cumplen con los dos elementos básicos para hacer buenas rolas...letras geniales y una enorme, compleja y virtuosa combinación de elementos musicales.
Si a esto le sumamos la extraordinaria calidad vocal y musical de sus miembros, no queda nada más por pedir.
Soda ha sido parte de mi vida y ayer recordaba de que modo se había dado esta compañía.
Yo los conocí ya casi para terminar la secundaria, me acompañaron durante mis años de bachillerato, licenciatura y cuando empecé a trabajar.
Son, por decirlo de algún modo, el grupo de la transición, pues con ellos pasé de los acetatos a los casettes, a los cds y archivos mp3.
Vivieron conmigo en la casa donde nací y se fueron conmigo todas las veces que me mudé.
El concierto de ayer no fue la excepción pues también ha marcado otra etapa en mi vida. Hoy soy adulto, madre de dos hijos, esposa y estoy a punto de mudarme a lo que espero será mi hogar definitivo junto con mi familia.
Siempre que hay un cambio, Soda está ahí y eso me parece genial.
También ayer recordaba que cuando vinieron a Guadalajara por primera vez hace ya bastantes ayeres, yo no tenía un quinto para comprar un boleto y nadie con quien ir, así que tuve que conformarme con oir sus rolas en mi cuarto imaginando como sería estar ahí.
Ayer todo fue diferente, tuve con quien ir (el mejor acompañante que pude haber soñado) y disfruté de cada momento, de cada nota, como nunca antes lo hice.
Una de las cosas que más me gustó de toda esta experiencia es que no hubo necesidad de ingerir una gota de alcohol ni nungún otro agente externo para poder soñar y vibrar... la sola música me llevó al éxtasis total.
Tocaron EXTRAORDINARIAMENTE, llenos de energía y buenas vibras. Tal como los había visto en sus presentaciones en VIVO por televisión.
Canté con ellos hasta quedarme sin voz y desmembré el significado detrás de cada letra, tal como acostumbro hacer.
Repasé muchos momentos de mi vida y el modo como influyó cada rola en mí en su momento.
Definitivamente esta ha sido una de las mejores experiencias musicales que he vivido hasta ahora... esto se quedará conmigo toda la vida.
Me mantendrás distante
Y sin embargo
Aún puedes abrirla.
Luces como preparado
Para una muerte elegante
Y sin embargo
Lates,
Aún puedes abrirla.
Y sin embargo vuelves,
De lo contrario vienes
Y sin embargo
Aún puedes abrirla.
Agotas lo imprevisible
Entre tus blindados brazos
Y sin embargo,
Hay rastros
Aún puedes abrirla.
Y sin embargo esperas
Un laberinto sin sorpresas
Y sin embargo
Aún puedes abrir tu caja negra"
FInal Caja Negra
Soda Stereo
Signos
lunes, 12 de noviembre de 2007
Si tú no vuelves
Mis veinte años de entonces me duelen por la inexperiencia que contenían. Los jóvenes de hoy viven más en menos tiempo y a esa misma edad han tenido experiencias que les dan las armas suficientes para hacer frente a situaciones dolorosas. Yo viví encerrada en mi mundo particular de sueños color de rosa hasta poco antes de entonces.
Hoy escuché con atención una nueva versión de aquella hermosa canción de Bosé (Si tú no vuelves), contenida en el CD "Bajo el signo de Caín" de 1993. Inevitable viajar en el tiempo y sentir de nuevo el agijón del dolor clavándose en mi pecho ante la proximidad y lejanía simultánea de aquel a quien amaba entonces; imposible no recordarle en el asiento de a lado, con sus ojos de niño y su sonrisa disfrazada de inocencia dirigidos hacia el escenario en el que Bosé desplegaba su arte, pero teniendo que ahogar el deseo irrefrenable de tocarle, de echarme a sus brazos como hiciera tantas veces en tantos momentos tantos meses atrás. Mi corazón albergaba en secreto la esperanza de una reconciliación que el tiempo me demostraría era imposible, ciego ante la evidencia de que el amor sólo seguía existiendo de mi lado.
La nueva versión incluye a Shakira, un acierto absoluto desde mi perspectiva, le añade un toque de dramatismo al ya de por sí melancólico tono de la canción. El estribillo final: Si no vuelves no habrá vida, no sé lo que haré en la voz tan particular de la colombiana, se vuelve un grito tan desesperado, triste y dulce, que enchina la piel... bueno, por lo menos la mía inmersa en el recuerdo.
Inevitable también comprender, a la luz de los años, que sí, que aunque él no haya vuelto siguió habiendo vida, no se secaron los mares ni mi voluntad se hizo pequeña, y, en contra de todos mis pronósticos, supe lo que hacer en el momento indicado, tomando en mis manos las riendas de mi vida y acertando en mis decisiones para alcanzar la plenitud de la que disfruto hoy, a mis treinta y cuatro.
De cualquier manera amo esa canción y del viernes a la fecha no escucho otra cosa.
Hábitos
Hay hábitos que cuesta desterrar, supongo que no sólo me pasa a mí y que es una condición inherente al ser humano. Hoy quisiera retomar algunos de los que he dejado atrás y abandonar otros que me jalan hacia el fango, empresa nada fácil dado lo abandonado de los primeros y lo arraigado de los segundos; pero no por ello imposible porque, aunque a veces dudo de mis capacidades, reconozco que soy fuerte y capaz de alcanzar las metas que me trazo.
Hoy que mi vida se ha desenmarañado un poco, decido volver a escribir y comenzar a leer todos aquellos libros que he comprado a últimas fechas y que se empolvan de rutina y abandono en el estante de los pendientes. Hoy decido responder mis correos con prontitud y telefonear con mayor frecuencia a aquellos a quien amo aunque vivan al otro lado del Atlántico. Hoy decido abrazar y besar más, no dejar para mañana lo que puedo hacer en el ahora. Hoy decido disfrutar de los doce días que faltan para el evento musical de mi vida sin pensar en lo que quedará después de esas dos horas de éxtasis. Hoy decido renovar mi libertad.
Suena bien ¿no?
Sobre los otros, aquellos que me dañan... pronto llegará su hora.
Hoy que mi vida se ha desenmarañado un poco, decido volver a escribir y comenzar a leer todos aquellos libros que he comprado a últimas fechas y que se empolvan de rutina y abandono en el estante de los pendientes. Hoy decido responder mis correos con prontitud y telefonear con mayor frecuencia a aquellos a quien amo aunque vivan al otro lado del Atlántico. Hoy decido abrazar y besar más, no dejar para mañana lo que puedo hacer en el ahora. Hoy decido disfrutar de los doce días que faltan para el evento musical de mi vida sin pensar en lo que quedará después de esas dos horas de éxtasis. Hoy decido renovar mi libertad.
Suena bien ¿no?
Sobre los otros, aquellos que me dañan... pronto llegará su hora.
domingo, 11 de noviembre de 2007
Tiempo
Tiempo
“Ticking away the moments that make up a dull day
You fritter and waste the hours in an offhand way.
Kicking around on a piece of ground in your home town
Waiting for someone or something to show you the way.”
¿Cuántas horas dejaste pasar esperando que tu vida comenzara?
Yo no fui diferente, siendo niña jugué y jugué hasta que me llegó la adolescencia y jugar ya no era propio para mí.
Tenía todas las tardes para mí, pues no había nadie en casa y no tenía nada que hacer fuera de ella.
Recuerdo llegar después de la escuela, comer algo (a veces nada por flojera de cocinar) y tirarme en mi mullida cama a escuchar mi estación de radio favorita mientras dormía.
Leer nunca había sido un hábito (ya leía suficiente en la escuela). ¿Dibujar? No, eso tampoco era para mí, nunca fui capaz de dibujar ni los monitos simples hechos de líneas y círculos. ¿Escribir? ¿Sobre qué?
En fin, ya habrá tiempo para esas y otras cosas, descansa ahora que puedes… mañana lo vas a extrañar.
“Tired of lying in the sunshine staying home to watch the rain.
You are young and life is long and there is time to kill today.
And then one day you find ten years have got behind you.
No one told you when to run, you missed the starting gun.”
Eventualmente me cansé de ver la vida pasar sin que nada pasara. Sin embargo, me daba mucho miedo buscar alternativas y dejé que el tiempo siguiera pasando… algún día tendré edad o medios para empezar a “vivir”.
¡Sorpresa! El tiempo no se detiene y en un parpadeo te das cuenta que esas minúsculas horas, esos pequeños días, cortas semanas y medianos meses, se han convertido en años, en décadas… “Nadie te dijo cuando correr, te perdiste la señal de partida”. ¿Ya pensaste qué vas a hacer?
“So you run and you run to catch up with the sun but it's sinking
Racing around to come up behind you again.
The sun is the same in a relative way but you're older,
Shorter of breath and one day closer to death.”
Me hice adulto y me llené de obligaciones, dándome cuenta que aquello que dejé atrás, nunca podré recuperarlo. Tal vez más adelante haya tiempo para recuperar algunos de esos sueños, pero ya no será lo mismo, lo sé.
“Every year is getting shorter never seem to find the time.
Plans that either come to naught or half a page of scribbled lines
Hanging on in quiet desperation is the english way
The time is gone, the song is over,
Thought i'd something more to say.”
¿Cuántas cosas puedes hacer a medida que te haces viejo?
Cada año pareciera ser más corto a pesar de tener los mismos 365 días que han tenido todos los años… aun aquellos que desperdicié.
No creo todavía estar en la recta final de mi vida. Todavía hay mucho por hacer y estoy plenamente consciente de la marcha del tiempo, del día en que la noche se instalará y el sol no volverá a salir para mí… Señor, ayúdame caminar sin correr, a no perder más tiempo.
“Time”
Dark Side of the Moon
Pink Floyd
“Ticking away the moments that make up a dull day
You fritter and waste the hours in an offhand way.
Kicking around on a piece of ground in your home town
Waiting for someone or something to show you the way.”
¿Cuántas horas dejaste pasar esperando que tu vida comenzara?
Yo no fui diferente, siendo niña jugué y jugué hasta que me llegó la adolescencia y jugar ya no era propio para mí.
Tenía todas las tardes para mí, pues no había nadie en casa y no tenía nada que hacer fuera de ella.
Recuerdo llegar después de la escuela, comer algo (a veces nada por flojera de cocinar) y tirarme en mi mullida cama a escuchar mi estación de radio favorita mientras dormía.
Leer nunca había sido un hábito (ya leía suficiente en la escuela). ¿Dibujar? No, eso tampoco era para mí, nunca fui capaz de dibujar ni los monitos simples hechos de líneas y círculos. ¿Escribir? ¿Sobre qué?
En fin, ya habrá tiempo para esas y otras cosas, descansa ahora que puedes… mañana lo vas a extrañar.
“Tired of lying in the sunshine staying home to watch the rain.
You are young and life is long and there is time to kill today.
And then one day you find ten years have got behind you.
No one told you when to run, you missed the starting gun.”
Eventualmente me cansé de ver la vida pasar sin que nada pasara. Sin embargo, me daba mucho miedo buscar alternativas y dejé que el tiempo siguiera pasando… algún día tendré edad o medios para empezar a “vivir”.
¡Sorpresa! El tiempo no se detiene y en un parpadeo te das cuenta que esas minúsculas horas, esos pequeños días, cortas semanas y medianos meses, se han convertido en años, en décadas… “Nadie te dijo cuando correr, te perdiste la señal de partida”. ¿Ya pensaste qué vas a hacer?
“So you run and you run to catch up with the sun but it's sinking
Racing around to come up behind you again.
The sun is the same in a relative way but you're older,
Shorter of breath and one day closer to death.”
Me hice adulto y me llené de obligaciones, dándome cuenta que aquello que dejé atrás, nunca podré recuperarlo. Tal vez más adelante haya tiempo para recuperar algunos de esos sueños, pero ya no será lo mismo, lo sé.
“Every year is getting shorter never seem to find the time.
Plans that either come to naught or half a page of scribbled lines
Hanging on in quiet desperation is the english way
The time is gone, the song is over,
Thought i'd something more to say.”
¿Cuántas cosas puedes hacer a medida que te haces viejo?
Cada año pareciera ser más corto a pesar de tener los mismos 365 días que han tenido todos los años… aun aquellos que desperdicié.
No creo todavía estar en la recta final de mi vida. Todavía hay mucho por hacer y estoy plenamente consciente de la marcha del tiempo, del día en que la noche se instalará y el sol no volverá a salir para mí… Señor, ayúdame caminar sin correr, a no perder más tiempo.
“Time”
Dark Side of the Moon
Pink Floyd
miércoles, 7 de noviembre de 2007
De sueños y realidades
Mi suerte de ser hija única me llevó a vivir muchas horas en soledad. Recuerdo que cuando niña, solía jugar yo sola, porque no me estaba permitido dejar la casa donde vivía, pues abundaban los peligros y escaseaban los niños.
Hablaba sola y la gente decía que yo estaba loca... fue a partir de ahí que comencé a hablar en silencio, solo dentro de los cofines de mi mente.
Inventé muchas vivencias que eran mucho más divertidas e interesantes que aquella soledad en la que había necesidad de vivir, pues mis padres trabajaban todo el día.
Pasó el tiempo y yo crecí, llevando escondido en el corazón, un sueño y una ilusión.
La rutina que me convirtió en persona adulta me hizo dejar de practicar mis diálogos imaginarios. Había que trabajar, había que vivir en el mundo real, con gente real... bonito sí, divertido y también enriquecedor, pero no podía traer conmigo aquel sueño, aquella ilusión.
Mis costumbres no han cambiado mucho desde mi niñez. Hago mis deberes, voy a lugar que me requiere y regreso a casa para hacer lo que se necesite.
Un día, aprovechando la tecnología puesta al alcance de mis dedos, descubrí un mundo nuevo, uno que "es y no es" porque "está y no".
Como en el mundo real, encontré personas de todo tipo. Hubo con quien simpaticé y a quien preferí sacarle la vuelta dada la inmadurez de sus acciones puestas en letras.
Encontré personas que como yo, cargaban a cuestas sus sueños e ilusiones, tal como lo había hecho yo. Solo que esas personas, las ponían a disposición de quienes las quisieran tomar para enriquecerse con ellas.
Sorprendida ante el descubrimiento, me acerqué a esas personas y les hablé de mi admiración por su talento y por aquello que transmitían en palabras tan llenas de sentimiento, que apenas era perceptible que estaban hechas del material de "lo que es y no": el mundo virtual del Intenet. Definitivamente detrás había otro ser humano, con virtudes, defectos, alegrías, tristezas, ilusiones y sueños.
No voy a negar que recibí cosas buenas en esos acercamientos. En ellos tuve oportunidad de ver un poco bajo la piel de esas personas que publicaban sus sueños e ilusiones en este universo virtual.
Pero de toda esa gente que conocí, solamente con una persona pude crear un verdadero vínculo de amistad y cariño. Ella está aquí, también se llama Anabel y como yo, tiene un sueño y una ilusión en su corazón.
Hoy abrimos este espacio en el que se conjuntan muchas cosas: nuestros lazos de cariño y nuestra forma de ver la vida y lo que pasa en ella.
Siendo más bien una persona solitaria, tristemente no puedo decir que a lo largo de mi vida he cosechado muchas amistades de muchos años. Por mucho tiempo esto me pesó, porque sentí que yo siempre he sido un ave de paso en la vida de los que me rodean... hace pocos años que esto ha cambiado y me da gusto que así sea, pues en este corazón que late bajo mi piel, hay un nido para que la amistad haga su morada, lo he preparado con mucho cariño esperando por aquellos que no serán aves de paso en mi vida... Amiga, aquí está ese nido para cuando quieras descansar en él.
Gracias tocaya querida por compartir este espacio conmigo. Me honra y me hace feliz poder construir el diario de nuestra vida como amigas... de aquí a que el corazón deje de latir.
Te quiero mucho amiga.
Hablaba sola y la gente decía que yo estaba loca... fue a partir de ahí que comencé a hablar en silencio, solo dentro de los cofines de mi mente.
Inventé muchas vivencias que eran mucho más divertidas e interesantes que aquella soledad en la que había necesidad de vivir, pues mis padres trabajaban todo el día.
Pasó el tiempo y yo crecí, llevando escondido en el corazón, un sueño y una ilusión.
La rutina que me convirtió en persona adulta me hizo dejar de practicar mis diálogos imaginarios. Había que trabajar, había que vivir en el mundo real, con gente real... bonito sí, divertido y también enriquecedor, pero no podía traer conmigo aquel sueño, aquella ilusión.
Mis costumbres no han cambiado mucho desde mi niñez. Hago mis deberes, voy a lugar que me requiere y regreso a casa para hacer lo que se necesite.
Un día, aprovechando la tecnología puesta al alcance de mis dedos, descubrí un mundo nuevo, uno que "es y no es" porque "está y no".
Como en el mundo real, encontré personas de todo tipo. Hubo con quien simpaticé y a quien preferí sacarle la vuelta dada la inmadurez de sus acciones puestas en letras.
Encontré personas que como yo, cargaban a cuestas sus sueños e ilusiones, tal como lo había hecho yo. Solo que esas personas, las ponían a disposición de quienes las quisieran tomar para enriquecerse con ellas.
Sorprendida ante el descubrimiento, me acerqué a esas personas y les hablé de mi admiración por su talento y por aquello que transmitían en palabras tan llenas de sentimiento, que apenas era perceptible que estaban hechas del material de "lo que es y no": el mundo virtual del Intenet. Definitivamente detrás había otro ser humano, con virtudes, defectos, alegrías, tristezas, ilusiones y sueños.
No voy a negar que recibí cosas buenas en esos acercamientos. En ellos tuve oportunidad de ver un poco bajo la piel de esas personas que publicaban sus sueños e ilusiones en este universo virtual.
Pero de toda esa gente que conocí, solamente con una persona pude crear un verdadero vínculo de amistad y cariño. Ella está aquí, también se llama Anabel y como yo, tiene un sueño y una ilusión en su corazón.
Hoy abrimos este espacio en el que se conjuntan muchas cosas: nuestros lazos de cariño y nuestra forma de ver la vida y lo que pasa en ella.
Siendo más bien una persona solitaria, tristemente no puedo decir que a lo largo de mi vida he cosechado muchas amistades de muchos años. Por mucho tiempo esto me pesó, porque sentí que yo siempre he sido un ave de paso en la vida de los que me rodean... hace pocos años que esto ha cambiado y me da gusto que así sea, pues en este corazón que late bajo mi piel, hay un nido para que la amistad haga su morada, lo he preparado con mucho cariño esperando por aquellos que no serán aves de paso en mi vida... Amiga, aquí está ese nido para cuando quieras descansar en él.
Gracias tocaya querida por compartir este espacio conmigo. Me honra y me hace feliz poder construir el diario de nuestra vida como amigas... de aquí a que el corazón deje de latir.
Te quiero mucho amiga.
lunes, 5 de noviembre de 2007
... y otro que termina.
Si el sueño se termina… ¿qué queda? A veces los recuerdos, otras, las heridas; a veces los secretos de aquellos inconfesables de tan estúpidos o de tan prohibidos; a veces la retórica intentando convencerme de que no vale la pena soñar porque eso es de inmaduros e idealistas. En el mejor de los casos no queda nada.
Hace poco perdí un sueño, le di fin porque perdió el sustento que lo hacía alcanzable aunque en realidad jamás lo haya sido. Duele comprender cuando un sueño querido se vuelve una utopía que no hará más que causar dolor al intentar alcanzarle. Cuando duele se convierte en pesadilla y las pesadillas me causan terror, las de la noche pero más las del día, esas que no se acaban cuando abro los ojos y no quise que ese bello sueño tuviera tan trágico final, preferí despertar antes aunque el precio sea el mismo dolor del que intento alejarme.
Finalmente los sueños son como las esperanzas, unos mueren pero otros nacen al mismo tiempo. Mi sueño de hoy es más alcanzable, menos ilógico y no puedo asegurar que sea mejor pero por lo menos no supone lágrimas, y eso… eso a estas alturas de mi vida, es una renta enorme.
Hace poco perdí un sueño, le di fin porque perdió el sustento que lo hacía alcanzable aunque en realidad jamás lo haya sido. Duele comprender cuando un sueño querido se vuelve una utopía que no hará más que causar dolor al intentar alcanzarle. Cuando duele se convierte en pesadilla y las pesadillas me causan terror, las de la noche pero más las del día, esas que no se acaban cuando abro los ojos y no quise que ese bello sueño tuviera tan trágico final, preferí despertar antes aunque el precio sea el mismo dolor del que intento alejarme.
Finalmente los sueños son como las esperanzas, unos mueren pero otros nacen al mismo tiempo. Mi sueño de hoy es más alcanzable, menos ilógico y no puedo asegurar que sea mejor pero por lo menos no supone lágrimas, y eso… eso a estas alturas de mi vida, es una renta enorme.
Un sueño nuevo
La vida da a veces oportunidades espectaculares sin que uno se lo espere, a veces te pone en el camino seres especiales cuando todo parece indicar que los círculos más fraternos están cerrados y que en el corazón no queda sitio para nadie mas que para aquellos que comparten contigo el día a día, la sangre que te corre por las venas, la mesa y el aire que respiras. Sin embargo, existe siempre la posibilidad de encontrar a alguien que comparte tu visión del mundo, tus fantasías y sueños más descabellados, alguien con quien convivir a la distancia, alguien con quien compartir cada momento bueno o malo y, cosa rara en mi caso, el nombre.
Por ello es que estoy aquí, iniciando un sueño nuevo, un proceso de vaciar el alma a través de las letras en compañía de Anabell, una que no soy yo pero que me conoce, me acepta y me ha dado la oportunidad de caminar el sendero de la amistad a su lado.
Gracias tocaya y bienvenida... ¡comencemos a mojar la tierra!
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