¡Qué lindas son las mañanas de otoño!
Me encanta ver el cielo casi despejado por completo para dar paso a la magnificente luz del astro rey cayendo al por mayor en cada rincón de mi pueblo.
Respirar ese airecillo frío que anticipa la llegada del invierno, siempre me hace sentir muy viva.
Amo los contrastes que el otoño regala, por un lado, las hojas del los árboles despidiéndose por una temporada más y por otro, ese deseo incontenible por buscar un refugio al calor de un fuego amado.
¡Qué lidas son las mañanas de otoño!
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