Hace poco recordé la primera vez que te vi y, aunque en ese tiempo apenas contaba once, aún recuerdo lo que sentí en las tripas.
Sabe que a pesar de que mi manera de percibirte se ha metamorfoseado constantemente desde aquella primera vez, a pesar de que eso siga sucediendo en un loop infinito hasta mi muerte o hasta mi demencia, a pesar de que a veces me dan ganas de correr lejos y esconderme de ti, a pesar de las transformaciones que yo también he experimentado, a pesar de que no pueda tocarte si extiendo la mano y de que sólo pueda verte en sueños, a pesar de los pesares... siempre serás el primer gran amor de mi vida.
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