martes, 2 de diciembre de 2008

Del rechazo y otras cosas

Hace algunos meses conocí a una mujer revolucionaria. Admito que en el momento en que me topé con sus ideas respecto a la educación de los hijos, mi reacción fue negativa y a la defensiva. ¿A quién le gusta saber que alguien hace las cosas totalmente diferente a lo que haces tú y le funciona la vida mientras que a ti te está llevando el tren?

Después de pasada la primera impresión y de conocer y ver cómo funciona su vida me di cuenta de una cosa: es feliz y su familia también lo es; y no lo digo refiriéndome a esa felicidad que se manifiesta a través de hacer y tener lo que se quiere cuando se quiere; es de esa felicidad que se respira en una vida que como las de todos, está plagada de momentos dichosos y de momentos grises. Ahí descubrí que aun en medio de la problemática cotidiana, de las tragedias y de los enojos que nos provoca el vivir en una ciudad caótica como muchas hay en el mundo, se puede ser feliz y pleno. Ahí me cayó plenamente el veinte de que en la medida en que vives con verdad, eres libre.

Después de superar el rechazo que me causó verla como una "sábelo todo", una "mamá modelo" y "mujer estrella", me di cuenta de que es una persona admirable pues es una mujer con verdadera vocación de madre.

¿Cómo manifiesta su vocación? Educando a su pequeña hija con amor, respeto y valores.

No voy a ahondar en sus métodos porque son extensos de explicar y criar hijos no es como preparar una receta de repostería o de alta cocina, y lo que funciona para algunos para otros no. Lo que sí puedo decir es que esta experiencia me ha dejado con un grato sabor de boca y que me ha motivado para prepararme para educar a mis hijos y educarme a mí misma.

Después de todo, la crítica y el rechazo solamente te perjudican a ti mismo.


Gracias Dios por ponerme en este camino, por favor ayúdame a llegar a buen destino.

4 comentarios:

La lunática dijo...

Me alegra saber que gente valiosa se atraviesa en tu vida para enriquecerla y que tengas la visión positiva de superar ese rechazo inicial y poner en práctica lo que le puede hacerle bien a tu familia y a ti misma.
Estoy segura de que tus esfuerzos serán recompensados.
Un abrazo enorme.

Dylan dijo...

ojala le dedicaras una entrada a sus metodos.
desgraciadamente cuando nos volvemos padres no nos dan el manual, el buen Dios deja que nosotros seamos los que lo escribamos... un poco de retroalimentación es básica para mejorarnos.
Saludos desde el caldero

Anabell dijo...

Muhas gracias tocaya por tus palabras.

Ciertamente que me costó mucho trabajo poner por encima de mi misma otras alternativas que pueden llegar a ser muy enriquecedoras, sin menospreciar por primera vez en mi vida, mi trabajo como madre.

Hoy entiendo que soy como soy porque es lo que he visto y aprendido de la vida y que no necesariamente soy mala por ello. Ahora sólo falta recorrer el camino para mejorar lo que se tiene.

Gracias amiga querida por estar en este camino conmigo.

Te quiero mucho.

Besos y abrazos.

Anabell dijo...

Mi estimada bruja del mal:

Qué gusto me da verte por estos rumbos compartiendo otro tipo de conceptos aunque igualmente cargados de emociones.

Bienvenida a este espacio, gracias por mojar la tierra junto con las tocayitas del alma.

Respecto a tu comentario te diré que con muchísimo gusto compartiré la información que vaya recabando y la experiencia que vaya teniendo en este sentido.

Te soy sincera, no lo hice en esta entrada (y no estaba segura de hacerlo) porque a las personas a quienes les he compartido mi experiencia han rechazado rotundamente la posición y los conceptos que mi amiga aplica (es normal, a mí también me pasó).

No son nada del otro mundo, muchos son parte de lo que yo llamo de "primero de primaria" (por lo básicos que son), pero que por el tipo de vida que llevamos, nos hemos olvidado de ponerlos en práctica.

Me da mucho gusto saber que sí hay gente que está dispuesta a abrir su mente a nuevas posibilidades.

Nos veremos entonces.

Te mando un gran abrazo.