lunes, 15 de diciembre de 2008

Diciembre

Vuelven las luces intermitentes, los pinos, los aromas de la infancia: el ponche, los buñuelos, las colaciones; vuelven las piñatas, los cánticos, las pastorelas; y con ellos me vuelve la nostalgia y el malhabido miedo a la enfermedad y a la soledad forzada que conlleva. Cada año me prometo que lo venceré, espero lograrlo este.

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