Ya Anabell ha hablado del tiempo, de la rapidez con la que se mueve y de su condición de tesoro no renovable.
Hoy quiero, por primera vez, que el tiempo pase rápido, que si cada día es un tiempo, los ocho tiempos que siguen a partir de ahora se vuelvan segundos para después detenerse un poco y volverse lentísimos por un par de horas. Sé que no puedo manipular el tiempo pero ¿quién ha pagado por desearlo?
4 comentarios:
Si el escribir es un hábito de los que habías dejado en el pasado, que bueno que lo retomas. No se tu edad, pero para la juventud que transmites lo haces excelente... y escribir es solo expresar lo que eres en tu interior.
Interesante Blog que seguiré visitando.
Ademas interesante fotografía.
gracias.
Roberto.
Me agradó la reflexión que te propones y el modo en que la has llevado adelante.
Felicitaciones.
Amiga del alma:
Me da un gusto enorme ver como has logrado tocar fibras en este nuevo espacio. No me extraña porque siempre he sabido que eres capaz de esto y mucho más.
Tienes una fuerza interior increíble y eso se puede ver a través de tus letras.
Espero que esto sea un estímulo importante para que no detengas tu marcha por este camino.
¡Felicidades!
Con mucho cariño:
Tu tocaya
¡Qué sorpresa encontrar comentarios sobre mis divagues espontáneos!
A pesar de lo que pueda o no transmitir con mis letras, soy una cursi incorregible y el llegar aquí esta mañana para encontrarme con que he compartido este espacio en algún momento con alguien que, como Roberto y Néstor, se tomó el tiempo de leerme y comentarme, ha puesto una gran sonrisa en mi corazón.
Me alegra saber que seguirán visitando este espacio. Gracias mil.
Tocaya querida: ¡Gracias! Sabes lo que esta palabra coltiene, ¿verdad?
Mil besos.
Hasta siempre
Anabel, la de la luna.
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