martes, 3 de febrero de 2009

El campeón que ya eres


Finalmente lo lograste. Has dado el segundo paso y, como era de esperarse, has descubierto que el éxito también significa trabajo, entrega, cansancio, miedos por vencer y el establecimiento de nuevas metas. Eres el más pequeño, el de menor rango, el último de la fila; pero eso no hace que te amilanes ni que seas el que menos empeño pone en los encargos despiadados del profesor (aunque a veces tu carita refleje un agotamiento que llega a dolerme). Has descubeirto que te falta mucho por aprender pero tu actitud es positiva y eso me hace pensarte como un triunfador.

¿Sabes? Me gusta que te acostumbres al esfuerzo y a la victoria, creo que son dos componentes fundamentales del hombre feliz y cuando pienso en eso comienzan a valer la pena las horas de espera sentada sobre una fría banca de cemento con las nalgas adormecidas, finalmente es lo menos que puedo hacer mientras tú corres detrás de tu sueño, mientras dibujas con cada patada y con cada una de las gotas que escurren de tu frente, el hombre que deseas llegar a ser. Te prometo que seguiré alentándote cada día para que el campeón que ya eres se encuentre en un punto de tu vida con aquel en el que seguramente te convertirás, dentro o fuera de los tatamis.

Te amo, hijo, y te admiro.

Aio maio

1 comentario:

Anabell dijo...

Amiga, dile por favor a mi peluquitas adorado que estamos muy orgullosos de su esfuerzo, dedicación y paciencia.

Que no le quepa duda de que siempre le echaremos porras.

Besitos.