viernes, 20 de febrero de 2009
La primera lluvia del año
Nunca falla. Lavo mi camioneta y llueve. Incluso he pensado en patentar la fórmula, llevarla a África y hacerme millonaria, pero no me gustan las cosas tan sencillas. El caso es que ayer cayó, por mi rumbo, la primera lluvia del año y con ella llegó a mi nariz el primer aroma a tierra mojada con sus melancolías, recuerdos y glorias; y lo mejor de todo, sin las inundaciones y caos vial que normalmente provocan las lluvias en esta ciudad de locos. ¡Qué rico!
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