Plaza de la Liberación Guadalajara Jalisco, México
*"Se levanta en el mástil mi Bandera,
como un sol entre céfiros y trinos
muy adentro en el templo de mi veneración,
oigo y siento contento latir mi corazónEs mi bandera, la enseña nacional,
son estas notas su cántico marcial.
Desde niño sabremos venerarla
Y también por su amor, ¡vivir!..."
Estos versos son un extracto del "Toque de Bandera" que solía cantar todos los lunes en la formación de entrada en la primaria rural donde cursé mis primeros años escolares.
Fue la maestra Lupita (QEPD), la directora de la escuela, quien nos enseñó este canto a la bandera y que por la constancia y devoción con que se entonaba, no lo he podido olvidar a pesar del paso del tiempo.
Recuerdo su andar apresurado entre las filas a pesar de sus problemas de movilidad ocasionados por las lesiones que la polio le dejo cuando niña; pero sobre todo recuerdo lo importante que era para ella transmitir el amor por la patria mediante el respeto a los símbolos patrios.
En ninguna otra escuela (y miren que estuve en muchas) volví a presenciar eventos como los que organizaba la maestra Lupita para celebrar todos y cada uno de los eventos del calendario de la SEP (Secretaría de Educación Pública).
Los que más recuerdo son los del aniversario de la Revolución Mexicana, donde hacíamos campamentos que realmente te transportaban a esos tiempos. Creo que ayudaba mucho el ambiente rural que nos rodeaba y los muros de aquella que alguna vez fue hacienda y que en la actualidad sigue siendo la escuela del pueblo. En la celebración de la expropiación petrolera, por ejemplo, los chavos de quinto y sexto hacían maquetas enooooormes en todo el patio con grandes torres petroleras hechas de palitos de paleta que recolectaban después del recreo.
Para conmemorar el día de la bandera se hacían los tradicionales honores al Lábaro Patrio y un desfile de las banderas de México acompañado de niños disfrazados de los personajes involucrados con cada bandera.
Tomaba mucho tiempo preparar esas celebraciones lo sé, pero creo que gracias a ese esfuerzo de la maestra Lupita es que hoy guardo tanto cariño y respeto por los símbolos patrios que nos representan y que nos hacen recordar que en medio de toda la (y disculpen ustedes la palabra) "mierda" que nos rodea, México es un gran país porque está formado por gente grande, gente que se esfuerza, que trabaja, que lucha por su familia y por la tierra que los cobija.
Hoy quiero volverle a cantar a mi bandera y enseñarles a mis hijos que todo cuanto tenemos, lo tenemos en gran medida gracias al suelo que pisamos y que está representado en ese símbolo tricolor; y que como el águila devora la serpiente, nosotros somos fuertes y también podemos "devorar" nuestros obstáculos, miedos y apatías.
¡Feliz día de la Bandera tricolor!
como un sol entre céfiros y trinos
muy adentro en el templo de mi veneración,
oigo y siento contento latir mi corazónEs mi bandera, la enseña nacional,
son estas notas su cántico marcial.
Desde niño sabremos venerarla
Y también por su amor, ¡vivir!..."
Estos versos son un extracto del "Toque de Bandera" que solía cantar todos los lunes en la formación de entrada en la primaria rural donde cursé mis primeros años escolares.
Fue la maestra Lupita (QEPD), la directora de la escuela, quien nos enseñó este canto a la bandera y que por la constancia y devoción con que se entonaba, no lo he podido olvidar a pesar del paso del tiempo.
Recuerdo su andar apresurado entre las filas a pesar de sus problemas de movilidad ocasionados por las lesiones que la polio le dejo cuando niña; pero sobre todo recuerdo lo importante que era para ella transmitir el amor por la patria mediante el respeto a los símbolos patrios.
En ninguna otra escuela (y miren que estuve en muchas) volví a presenciar eventos como los que organizaba la maestra Lupita para celebrar todos y cada uno de los eventos del calendario de la SEP (Secretaría de Educación Pública).
Los que más recuerdo son los del aniversario de la Revolución Mexicana, donde hacíamos campamentos que realmente te transportaban a esos tiempos. Creo que ayudaba mucho el ambiente rural que nos rodeaba y los muros de aquella que alguna vez fue hacienda y que en la actualidad sigue siendo la escuela del pueblo. En la celebración de la expropiación petrolera, por ejemplo, los chavos de quinto y sexto hacían maquetas enooooormes en todo el patio con grandes torres petroleras hechas de palitos de paleta que recolectaban después del recreo.
Para conmemorar el día de la bandera se hacían los tradicionales honores al Lábaro Patrio y un desfile de las banderas de México acompañado de niños disfrazados de los personajes involucrados con cada bandera.
Tomaba mucho tiempo preparar esas celebraciones lo sé, pero creo que gracias a ese esfuerzo de la maestra Lupita es que hoy guardo tanto cariño y respeto por los símbolos patrios que nos representan y que nos hacen recordar que en medio de toda la (y disculpen ustedes la palabra) "mierda" que nos rodea, México es un gran país porque está formado por gente grande, gente que se esfuerza, que trabaja, que lucha por su familia y por la tierra que los cobija.
Hoy quiero volverle a cantar a mi bandera y enseñarles a mis hijos que todo cuanto tenemos, lo tenemos en gran medida gracias al suelo que pisamos y que está representado en ese símbolo tricolor; y que como el águila devora la serpiente, nosotros somos fuertes y también podemos "devorar" nuestros obstáculos, miedos y apatías.
¡Feliz día de la Bandera tricolor!
Plaza de la Bandera en Guadalajara Jalisco, México.
Ubicación: Av. Revolución y Boulevard Marcelino García Barragán (antes Boulevard a San Pedro Tlaquepaque).
*TOQUE DE BANDERA
Letra: Xóchitl Palomino
Música: Juan P. Manzanares
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