El miedo me corre por las piernas, se escurre en forma de gruesas gotas, me moja, me ensucia. No soy capaz de moverme mientras un charco rojo se forma a mis pies, sólo mis ojos reaccionan y se llenan de agua aterrorizados por el espectáculo de la sangre abandonando mi cuerpo sin control. Algo anda mal y ya es tiempo de ponerle remedio.
1 comentario:
Ay amiga, yo que ya pasé por ahí te puedo decir que entiendo la magnitud del horror que se vive en esos momentos.
Ánimo, que afortunadamente para nosotras, esto tiene remedio.
Te mando un abrazote con mucho cariño.
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