Dicen por ahí que todos los caminos llevan a Roma; yo no sé de primera mano si esto es cierto porque nunca he intentado ir, pero sabiendo que el mundo es redondo, la lógica me dice que eventualmente cualquiera me llevará.
Últimamente me he sentido muy agobiada por una serie de inconformidades que vengo cargando en el alma desde quien sabe cuando y que no me atrevo a soltarlas por temor a lastimar a la gente que amo.
Curiosamente por todos lados me bombardean mensajes que me dicen que no es bueno callar y aunque he reflexionado al respecto, no estoy convencida de poder hacerlo.
Anoche tuve un sueño que se convirtió en pesadilla. Alguien me clavó una aguja de tejer en la garganta y me dejó sin habla.
¿Será acaso que debo dejar de darle vueltas al asunto y decir lo que traigo atorado antes de que sea tarde?
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